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2016: Un año que no olvidaremos

La Navidad está a la vuelta de la esquina y eso significa que vamos diciendo adiós a este año. Y es una pena, porque 2016 es un año que no olvidaremos nunca.

El año 2016 es el año en el que hemos vivido la experiencia inolvidable de ser Jurados de Cuadrilla. Y lo hemos sido de nuestra cuadrilla, de la Cuadrilla de San Juan.

Recuerdo bien cómo empezábamos el año nerviosos en el salón de plenos del Ayuntamiento, donde fuimos “oficiosamente” nombrados Jurados de San Juan. Desde ese momento hasta ya bien entrado el verano, tanto Leticia como yo (y por supuesto nuestros secretarios, cuatros y colaboradores) nos hemos desvivido por nuestra cuadrilla, y por intentar que todo saliera a la perfección. ¡Y vaya que si ha sido así! Gracias al equipazo que hemos formado en la Cuadrilla de San Juan, estas Fiestas de San Juan de 2016 han resultado ser las mejores de nuestras vidas.

En enero dimos el primer paso junto a otros compañeros para asumir el bastón de mando de nuestras cuadrillas. En febrero, sumergidos en plena polémica a tenor de las ordenanzas, comenzamos a conocer al resto de jurados, formando un grupo al que estamos orgullosos de haber pertenecido. En marzo recibimos las llaves del local de cuadrilla y empezamos a darle forma. En abril disfrutamos de los actos del sorteo y nombramiento, con un final más que feliz gracias a que las Cuadrillas de Santa Catalina, San Miguel y Santo Tomé, San Clemente y San Martín encontraron a sus jurados. En mayo los vecinos nos dieron el “sí” en el Catapán y comenzamos a recorrer las calles de nuestro barrio pidiendo casa por casa la entrada en fiestas. Y en junio … ¡ay en junio! Un Desencajonamiento divertidísimo (y algo pasado por agua), un Lavalenguas que se alargó hasta las tantas de la noche, una Compra donde por primera vez nuestra cuadrilla lució las camisetas con nuestro logotipo mientras merendamos en una mesa que no podía lucir más bonita. Un miércoles el Pregón donde emocionados bajamos hasta la Plaza Mayor y fuimos partícipes del Pregón entonado por los Jurados de la Blanca. Un jueves la Saca de carreras, sofocones y ronda por el barrio con nuestros músicos. Un viernes de Toros en el que nuestro toro “Floristero” brilló en la plaza y el novillero encargado de darle muerte nos brindó una excelente faena. Un sábado Agés de carne y botas de vino, donde la megafonía nos jugó alguna mala pasada. Un domingo de Calderas en el que orgullosos paseamos nuestra preciosa caldera por las calles de Soria e igualmente orgullosos recibimos a nuestros amigos del Desbarajuste en nuestro local. Y un lunes de Bailas de procesión, diversión y emoción en el Adiós San Juan.

La cuadrilla de San Juan en la entrada al ruedo la tarde del viernes La cuadrilla de San Juan en la entrada al ruedo la tarde del viernes

Con el "Adiós San Juan" dimos por acabadas unas fiestas inolvidables Con el "Adiós San Juan" dimos por acabadas unas fiestas inolvidables

Todo eso y más supuso junio para nosotros.

¡Pero el año sigue! Y así vivimos un julio de cobros y pagos. Un agosto en el que disfrutamos de una jornada de convivencia en las piscinas de Quintana Redonda. Un septiembre en el que los que habían pasado el verano en el pueblo nos abrían ya las puertas de su casa para proceder al pago de su tajada. Un octubre para honrar a nuestro patrón San Saturio junto con nuestros compañeros jurados. Un noviembre donde celebramos nuestros cumpleaños (por primera y última vez como Jurados de la Cuadrilla de San Juan) y reforzamos nuestra amistad en otra jornada de convivencia en Las Casas. Y un diciembre donde despediremos el año celebrando, además del nacimiento de Jesús, la onomástica de nuestro santo titular (el 27 de diciembre se celebra San Juan Evangelista).

Os lo dije. El año 2016 será un año para recordar. Gracias a todos los que nos habéis acompañado y ayudado porque habéis sido los principales responsables de que así haya sido.

No queremos terminar esta entrada que destaca estos momentos tan felices y especiales que hemos vivido, sin acordarnos de aquellos para los que este año 2016 supone precisamente lo contrario: un año para olvidar. Especialmente de uno de nuestros mejores amigos, “el ideólogo de la caldera”.

La Caldera de la Cuadrilla de San Juan La Caldera de la Cuadrilla de San Juan