El sábado Agés fuera de una cuadrilla puede ser un día sin más y casi para nadie es elegido como uno de los mejores días. Pero dentro de una cuadrilla creo que el Sábado Agés es un día muy grande y estos dos últimos años que he vivido en cuadrilla he llegado a una conclusión y es que hay que ir a los Agés. Con la peña no vamos pero si sería bonito ir, por lo que al año que viene cuando vuelva a mi peña yo sí iré a los Agés y animo a todo el mundo a que vaya porque se puede pasar un rato muy muy divertido.
Ahora os voy a contar el sábado Agés desde una cuadrilla.
Empieza el día de un gran manera, con la diana de la mujeres. Es una diana muy divertida todas las chicas de la cuadrilla juntas, más alguna que se une y por supuesto los músicos y los sacamozas. Nosotras este año tuvimos animadores y es que se nos unieron unos chicos muy divertidos que nos hicieron acrobacias e incluso un pequeño streptease, jejeje.
Mientras nosotras recorremos el barrio los chicos están preparando las tajadas, pues a las 09:00 hay que empezar a recibir a los vecinos para empezar a repartirlas, también degustarán en la cuadrilla la asadurilla, el moscatel y las pastas.
A las 13.00 los jurados y el cartel con la cartelera nos bajamos a la Plaza del Olivo para desfilar hasta la Dehesa y hacer el homenaje a los autores de las sanjuaneras. Finalizado este acto nosotros marchamos al barrio de Las Casas, pues es tradición que se les lleve las tajadas del sábado y del domingo, así que fuimos a ver que tal llevaban los chicos el reparto.
Después repusimos fuerzas, llegó el matarife que preparó la carne de la subasta, montamos la mesa, el tablado y...llegaron las seis, comenzando así una tarde que ni podíamos imaginar.
Fue increíble, la plaza se llenó de gente joven, todo el que llegaba ya no se marchaba, había un ambientazo enorme y sobre todo la gente pujaba un montón y por todo, era alucinante. Toda la cuadrilla lo estaba pasando en grande y eso se trasmitía a la gente que allí había que no querían abandonar ese plaza ni finalizados los Agés. Otro punto que jugó en nuestro favor es que tuvimos unos subastadores increíbles, buenos no, lo siguiente. Gracias Enrique, gracias Carlos. Hicisteis que todo el mundo estuviera arriba y nadie se cansara. Y gracias a la charanga la Toscaina que tiene un montón de fans y la gente también estuvo allí gracias a ellos. Lo mejor fue el público suplicar que tocaran el yupi yaya y así fue, como broche final en el escenario un par de músicos, los jurados y los subastadores, los fuegos de fondo y toda la plaza cantando la misma canción.
Finalizados los Agés aún quedaba mucha tarea por delante, había que preparar las bolsas de la tajada del Domingo de Calderas, había que hacer la Caldera y había que hacer una verbena en la plaza. Pero como teníamos al mejor equipo del mundo todo salío perfecto y lo mejor era la alegría que allí se respiraba. Gracias equipo.
Gracias a toda la gente que estuvo en la subasta, gracias al Bullicio que vino la peña entera, gracias al resto de representaciones de peñas que por allí pasaron y se quedaron hasta el final, gracias a todos los sorianos y sanjuaneros que estuvisteis allí porque el recuerdo que me queda del Sábado Agés no puede ser más bonito.
Aquí os dejo unas fotitos:
