Quién no ha jugado alguna vez de crío a la tabla ouija o a Verónica?
En una de las revistas de misterio que vendían en el kiosko incluso regalaban la tabla para comunicarse con el Más Allá.
Hemos crecido escuchando terroríficas historias que sufren imprudentes jóvenes. Leyendas urbanas. O quizá no?
Interesante relato….
Inquietantes y profundas palabras
Un juego que poco tiene de juego.
Quién no ha jugado alguna vez de crío a la tabla ouija o a Verónica?
En una de las revistas de misterio que vendían en el kiosko incluso regalaban la tabla para comunicarse con el Más Allá.
Hemos crecido escuchando terroríficas historias que sufren imprudentes jóvenes. Leyendas urbanas. O quizá no?