En cuanto ensartó la aguja en aquel ejemplar de Acherontia Atropos, una amenazante nube oscureció el cielo con chirrido ensordecedor. Y el entomólogo pudo constatar que la esfinge de la calavera en verdad anuncia la muerte.
Imagen tomada de ojazos.skyrock.com
Texto publicado en Tentáculos y Cuervos Volumen 2, LEKTU Cultura Digital, Círculo de Lovecraft, 2018