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Pez gordo

PEZ GORDO

Fue llamado al despacho del Director General. Éste, con un leve gesto, le indicó que tomara asiento mientras mantenía una acalorada conversación telefónica. Posó su mirada nerviosa en las fotografías de elegantes marcos que decoraban el escritorio. Le sorprendió descubrir que en todas ellas su jefe posaba sonriente junto a carpas, percas y siluros con el Embalse de fondo. Los mismos peces que ahora disecados le observaban desde la pared. Y de pronto se sintió inmensamente pequeño.

Ilustración: Lola Gómez Redondo