
Los corredores lucían los atuendos mas extravagantes respondiendo al carácter festivo de la prueba. Así, podía verse a un misterioso astronauta pugnando con una graciosa rana. O a una vieja alcahueta dejando atrás a un adusto Unamuno. Pero quien acaparaba todas las miradas era Silvestre I que haciendo honor a su nombre, llegó el primero a la meta, sirviéndose de su báculo papal para apartar contrincantes de su camino. Al finalizar la carrera confesó que cuando sentía flaquear las fuerzas, echaba la vista atrás y descubría a un legionario romano con cara de pocos amigos.
En la imagen, la San Silvestre zaragozana cortesía de Adrián Ortega.
Que bien haberte descubierto. Me quedo por aquí! 😘
Muchas gracias y bienvenida!!😘
Mención en el VIII Concurso San Silvestre Salmantina 2020
Este año 2020 sí que ha sido una sufrida maratón. Y no nos olvidaremos de los que no podrán acompañarnos en la línea de meta.