Hay quienes reivindican el origen pagano de la Navidad recordando la antigua festividad romana conocida como Las Saturnales. Pero al llegar la noche del 24 de diciembre, los niños apenas logran conciliar el sueño. La sola posibilidad de que en vez de Papá Noel sea el dios Saturno el que se cuele en sus casas les provoca un miedo atroz. No olvidan que fue capaz de devorar a sus propios hijos.
Y si han cenado bien y estan cebadicos, Saturno se los come mas contento.
Siempre ingenioso,Raúl.
Basándonos en el cuadro de Goya parece que el cabeza de familia venía con hambre.