Se sirvió una copa de vino. Al menos eso me pareció desde el otro extremo de la larga mesa iluminada por elegantes candelabros.
Reserva del 82 – exclamó – Un año excelente.
Y estalló en una espeluznante carcajada que logró estremecerme por completo para a continuación, mostrando unos afilados colmillos, todavía salpicados del rojo néctar, preguntarme: ¿Y usted de qué año dice que es?
Ilustración: Lola Gómez Redondo
Buen año el del 82. Recuerdo los cromos de Naranjito, Clementina, Citronio … ¡Madre mia que viejo soy!
Y la serie de televisión. ¡Qué tiempos aquellos!
He de decir que, lamentablemente para la joven, el Conde del microrrelato no es aquel de Barrio Sésamo que disfrutaba contando.
El Conde Draco. Ja ja ja.
Qué bueno! Y además nos lo cuenta la «afectada» en cuestión.
Por cierto, yo me quedé en los ochenta (los 90 tampoco estuvieron mal). Entre las series de tv y especialmente la música hay auténticas joyitas.
(Te leo en el concurso de Aragón. Aunque ya no lo sigo entro a la página de la radio de vez en cuando. Mucha suerte!)
Besos
Muchas gracias Beatriz. Animate a participar este año en Aragón en 100 palabras. Me encantaría leerte también allí.
En mi caso igual en vez de reserva del 82 es algo antes pero bueno… jeje
Oye Raúl, gracias por el interés mostrado hacia mis microSeñales de Humo.
Si quieres envíame un correo y hablamos de cómo te puedo hacer llegar un ejemplar.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
De acuerdo David. Ya verás como tus microseñales de humo vuelan muy muy alto.