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Cazado

188719872_1Un águila con cuerpo de león expiraba ante mí. Observé incrédulo tanto a aquel grifo tendido en el suelo como a mi escopeta de perdigones. Y mientras me convertía de inmediato en el blanco de los flashes de la tropa de turistas japoneses que visitaba la catedral gótica, no paraba de repetir con un hilo de voz que tan sólo quería cazar gorriones.