Blog | Periodista y cocinera

Tengo una trufa, ¿qué hago con ella?

Si eres de los privilegiados que han podido comprarse una trufa fresca para uso doméstico estás de suerte. Esto en Soria es relativamente sencillo. Por ejemplo, en la Feria de la Trufa de Soria que se ha celebrado este fin de semana en Abejar cualquiera ha podido hacerse con un ejemplar para su casa. Y si no, hay varios productores sorianos a los que adquirirla directamente.

A mí me gusta comprar una trufa fresca cada temporada y degustarla en varios platos, sin hacer experimentos con ella para conservarla. Me parece un buen sistema para apreciar todo su aroma sin estropearla y saborearla justo en el tiempo en el que está más madura. En mi caso la trufa pesó unos 50 gramos, un tamaño más que suficiente para disfrutar de esta maravilla culinaria. El precio oscila de un día para otro, así que es difícil concretar cuánto nos costaría, pero digamos que no es un exceso si la trufa no pesa demasiado. (Una trufa de ese peso podría costar entre 30 y 50 euros aproximadamente).

Tostada con mantequilla de Soria y trufa

Ahora que tenemos la trufa hay que saber qué hacer con ella. En mi caso la compré limpia de tierra, pero si no es así, hay que cepillarla delicadamente y usar agua para que se pueda limpiar correctamente. Para conservarla durante unos días, lo ideal es meterla en un bote limpio de cristal envuelta en un papel absorbente. Conviene destaparla de vez en cuando para que respire. A la hora de usarla es mejor cortar unas finas láminas y volver a guardar la trufa restante. Existen en el mercado laminadores especiales para trufa, pero también se puede usar un cuchillo fino o incluso un pelador.

Un clásico: huevo frito con patatas fritas y trufa

Es bien sabido que el aroma de la trufa impregna cualquier producto con el que se use, pero sobre todo va bien con los elementos grasos y untuosos. También que un poco de calor despierta todo su aroma. El huevo y la patata, por ejemplo, son dos acompañamientos maravillosos para la trufa, así como la mantequilla. Con esta trufa de 50 gramos hemos podido comer unos cuantos huevos fritos con patatas fritas, tortillas francesas y tostadas con mantequilla de Soria. Hemos rallado trufa sobre caldos y también hemos podido aromatizar salsas carbonaras para pasta fresca. Las últimas lascas las hemos guardado en un bote junto a unos huevos para aromatizarlos, aunque hay que tener en cuenta que lo que gana el huevo lo pierde la propia trufa. En definitiva, una trufa de tamaño medio puede parecer cara, pero cunde lo suficiente como para aromatizar varios platos y darles un toque de sabor y aroma únicos, por lo que merece la pena. De lo que no estoy tan segura es de los métodos tradicionales para conservarla: congelarla o sumergirla en aceite, vinagre, coñac... Creo que así se pierde buena parte de su aroma y nada tiene que ver como consumirla en fresco.

Tortilla a la francesa con trufa

De igual forma, si de lo que se trata es de saborear la auténtica trufa negra de Soria en fresco y en sus mejores versiones, lo mejor es elegir uno de los menús de Soria y Trufa. Un total de 15 restaurantes sorianos y 5 colaboradores (entre ellos el biestrellado Disfrutar) han preparado exquisitos platos con trufa negra de Soria, unas jornadas que se extenderán hasta el 31 de marzo. La originalidad y la calidad de los platos con trufa está más que garantizada.

Carpaccio de presa ahumado, crema de jabugo, yema de huevo y trufa de El Fogón del Salvador

Ensalada de vieira, codorniz y trufa de restaurante Baluarte

Brioche con queso brie y trufa con helado tomate y pistacho, de restaurante Duque

Círculos en sopa de almendras de Casa Vallecas

Ningún gourmet que se precie de serlo puede prescindir de un producto tan especial y genuino como la trufa negra fresca en plena temporada. Y si es de Soria, de calidad contrastada.