Nos guste o no, ya están aquí las Navidades, esa época en la que nos volvemos un poco locos y dedicamos mucho tiempo y dinero a preparar comidas y cenas. Siempre he pensado que la mejor opción para estos días especiales es comprar productos baratitos, frescos, de temporada e intentar sacarles el mayor jugo posible. Alguien dijo que no hay ingredientes lujosos ni pobres, sino diferentes formas de prepararlos y de todo se puede hacer grandes platos. Lo que se necesita es voluntad e imaginación. En este mismo sentido, me he embarcado junto a Cruz Roja Soria en una campaña para que estas fiestas sean un poco más responsables, tanto a la hora de preparar las comidas como en el reparto de tareas. En la mayoría de los hogares, son las madres las que cargan casi en exclusiva con el trabajo de pensar en los menús, comprar, cocinar y recoger. ¿Acaso las fiestas no son también para ellas? También es importante pensar antes de gastar en todas esas personas que ni siquiera tienen acceso a una alimentación básica. La responsabilidad de lo que ocurre en el mundo empieza por nosotros mismos. ¡Hagamos algo!
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