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Cima 19 de 45. Guipúzcoa. Aitxuri. 1.551 metros. 11-10-2015

Esta mañana hemos alcanzado la decimonovena. Quedan 26 si las cuentas no fallan. En mayo, durante la celebración de la mítica carrera de montaña Zegama-Aizkorri, ya estuvimos por esta zona. Sin embargo, como me ha sucedido ya tres veces a lo largo de este proyecto, no pudimos coronar la cima. ¿Por qué? Llegamos al Aizkorri y, desde ahí, deberíamos haber seguido hasta el Aitxuri por el mismo recorrido que los atletas. La senda es estrecha y resbaladiza (y más lo era todavía en mayo). Además, íbamos bastantes, así que decidimos dejarlo para otra vez.

Esa otra vez ha sido hoy domingo 11 de octubre del año 2015. Ahora sí hemos podido tachar la cima. Hemos salido 11 personas a las siete de la mañana de Soria: Ana, Ángel, Chema, Cristina, Luis Ángel, José Vicente, Joseba, Manolo, Mateo, Pilar y yo. Al final han sido casi las siete y media, por el café.

La ruta clásica desde Aránzazu

Para subir a los 1.551 metros del Aitxuri, cúspide de Guipúzcoa, hemos elegido una de las rutas clásicas, quizás la más clásica: desde el impresionante Santuario de Aránzazu. Lo hemos disfrutado por fuera, así que espero algún día disfrutarlo también por dentro. Estamos algo más altos de 700 metros sobre el nivel del mar.

Santuario de Aránzanzu Santuario de Aránzanzu

Igual que nos sucedió en el Gorbea, en un domingo de buen tiempo no hay mucha pérdida por las riadas de personas que mueven las montañas en el País Vasco. Atravesado el Santuario, surge a la izquierda un camino muy transitado y en el que además vienen indicaciones hacia el Aizkorri y Urbía.

Ese tramo inicial de camino es en continuo y moderado ascenso, aunque al final se vuelve un poco más fuerte. En poco más de una hora se llega a ese vergel de prados que son las campas de Urbía. Allí hemos hecho la primera parada del día para comer algo y echar un trago de agua.

Por donde va todo el mundo

Desde Urbía, el camino es evidente en días como hoy: por donde va todo el mundo. Eso significa seguir una pista bastante ancha que, todavía en llano, se dirige hacia las montañas que se ven enfrente. Según nos acercamos a esas montañas, hay que ir ascendiéndolas de media ladera. Unas grandes flechas amarillas nos indican el camino. El terreno es pedregoso, lo que es sinónimo de resbaladizo cuando hay agua, algo que en el País Vasco sucede tan a menudo. Hoy nos ha llovido, pero siempre bien dentro de los límites de lo aceptable.

En menos de una hora llegamos a la cresta. Está claro que el Aizkorri está a nuestra derecha. Lo que no tenemos tan claro es cuál es el Aitxuri, porque hay varias cimas similares en no mucha distancia. El primer señor al que hemos preguntado nos ha sacado de dudas: “El Aitxuri es aquel, lo distinguiréis porque hay un tambor en su cima (girando a la izquierda al llegar al cresterío), pero no subir el Aizkorri sería un pecado (girando a la derecha)”.

En la cima del Aitxuri En la cima del Aitxuri

No hay problema. Tampoco hay prisa. Hemos empezado subiendo el Aizkorri, saludando a las decenas y decenas de personas que nos cruzábamos, a las que circulaban en nuestro mismo sentido o a las que nos hemos encontrado en la cima procedentes de la otra vertiente, por la que subimos nosotros en mayo. Foto de cima, y fotos de la ermita y del refugio.

Seguir el cresterío

Hemos desandado lo andado por la misma cresta. Todo el recorrido de ese maratón Zegama-Aizkorri está marcado por puntos amarillos, así que tampoco hay pérdida. Cuando el camino baja hacia Urbía, nosotros hemos seguido de frente. Hemos pasado el Aketegi (1.549 metros, considerado el pico más alto de Guipúzcoa hasta los años 80) y cinco minutos después hemos hollado el Aitxuri (otro paréntesis para explicar que hay discrepancias entre las denominaciones de Aketegi y Aitxuri, aunque lo que sí parece que ya está claro es cuál es el punto más alto de la provincia, y del País Vasco, se le llame de una u otra manera).

Si en el Aizkorri hemos tenido que pedir permiso para juntarnos todos en la cima, en el Aitxuri hemos tenido que poner el automático de la cámara. Ya nos habían avisado de que, aunque es el punto más alto, lo suben muchísimas menos personas. Todo el camino por la cresta es precioso, también por las vistas.

Para bajar ya no es necesario desandar nada. Se puede descender directamente cortando la montaña en perpendicular. En menos de diez minutos estábamos en el camino por el que habíamos subido. En las campas de Urbía nos hemos dado un pequeño homenaje gastronómico, antes del tramo final de bajada, de nuevo hasta Aránzazu. Ha sido de nuevo un gran día de monte.

Punto de salida: El Santuario de Aránzazu, cerca de Oñate.

Distancia: Éramos once y ninguno lo hemos medido. Algo más de 15 kilómetros entre unas cosas y otras.

Desnivel: Hay 800 metros entre Aránzazu y el Aitxuri. Nos habrán salido algo menos de 1.000, por aquello de subir también el Aizkorri.

Cuánto se tarda: Hemos hecho un descanso mediano y otro largo. Sin ellos, y sin subir el Aizkorri, en cuatro horas se puede hacer la caminata entera entre Aránzazu, Aitxuri y regreso. Pero ya sabemos que no subir el Aizkorri es un pecado.

Explícame cómo se sube sin literatura: Aparcas en el Santuario de Aránzazu. Lo cruzas. Un camino bien marcado llega a las campas de Urbía en una hora y pico, son 4,5 kilómetros. Desde Urbía hay que subir hacia las montañas de enfrente. Si sabes cuál es el Aitxuri, a media ladera puedes abandonar el camino y girar a la izquierda para subirlo por la vía directa. Nosotros hemos llegado hasta la cresta para, desde allí, movernos primero al Aizkorri y, después, al Aketegi y al Aitxuri.

La canción de Fernando: