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Relatar viene de relato

Y LO DIJE MUY UFANO.

¡¡Por fin me he liberado!!

Me despierto sobresaltado como otras veces, miro el despertador que marca las 4.31 de la madrugada.

Siento la boca seca, estropajosa, tengo esa opresión en el pecho que ya conozco tan bien, tengo una sensación de angustia y no puedo respirar normalmente.

Ya conozco las sensaciones, las he sufrido anteriormente y son causadas por ella.

Pienso que ya no puedo más, he llegado al límite y tengo que tomar una decisión: o ella o yo.

Recupero la normalidad poco a poco, voy a la cocina tomo un sorbo de té frío y agarro unas tijeras.

Abro sigilosamente la puerta de la habitación donde duerme mi mujer.

Con mano temblorosa tardo un poco en localizarla y en un santiamén utilizo las tijeras para acabar con ella.

Mi mujer se despierta, da la luz y le digo muy ufano:

Cariño, he destrozado tu tarjeta de crédito.