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MIRANDO AL CIELO. SÁBADO AGÉS 2018

El tiempo se puso en contra pero pudimos sortearlo. La Agencia Estatal de Meteorología anunció una probabilidad de tormentas y lluvia intensa del 100% entre el mediodía y las 6 de las tarde...

El sábado es un día de una actividad frenética en una cuadrilla. Comienza a primera hora de la mañana recogiendo las tajadas de las cámaras frigoríficas. Más tarde, a las 8 de la mañana llega la música y la alegría a la cuadrilla. Comienza una diana muy especial, es la diana de las mujeres. Marco Arlegui, mi primo y “Sacamozas”, y una multitud de mujeres (más de 50) portando botas, pastas, moscatel y unos riquísimos roscos de mi abuela Daría, inundamos las calles del barrio de música, bullicio y muuucha alegría. Es un momento precioso. Son muchos los vecinos que nos saludaron por las ventanas y a pie de calle.

           

Mientras tanto, los hombres de la cuadrilla, reparten la tajada en crudo a los vecinos de San Esteban. Estaba todo dispuesto: unas largas mesas con sus manteles y encima cada tajada con su número, otra mesa con cajas de cartón con la doble numeración, y otra más para recibir a los vecinos con el moscatel, el anís, las botas con vino fresco, las pastas y la deliciosa asadurilla de toro que los cocineros Miguel y Mari Carmen nos prepararon. Gracias chicos. ¡Cuánto trabajo! ¡Qué bien organizado estaba todo y qué fluido fue el reparto de tajadas!

      

Desde bien pequeña me ha gustado ir con mis padres a la cuadrilla a recoger la tajada. Todavía recuerdo cuando por tradición, íbamos con el plato y la servilleta. Tal vez por eso, pensamos en dar la bienvenida a los peques de la cuadrilla que acompañaran a sus padres a recoger sus tajadas. Mi madre compró un precioso carrito a la altura de los peques y lo llenó de chuches. Lo preparamos con mucho cariño para ellos. Qué bonitas las caritas de sorpresa, qué cautos preguntando si podían coger y cuánto… y qué divertido cuando decían a sus padres que eran gratis... Los niños son importantísimos en una cuadrilla, son el futuro de nuestras fiestas, quienes deberán tutelarlas para conservar toda su esencia.

             

A la una del mediodía, como cada año, la Asociación de Jurados de Cuadrilla organizó un emotivo homenaje a los autores de las Sanjuaneras, don Francisco García y don Jesús Hernández. Dulzaineros, miembros de la asociación Jurados, representantes de las peñas y numerosos sanjuaneros, nos reunimos en la dehesa con el propósito de rendir tan merecido reconocimiento. Este año además, se ha querido reconocer la extraordinaria labor que con tanto mimo y orgullo realiza José Manuel Aceña como director de la Banda. 25 años manteniendo vivo el maravilloso legado musical de don Paco y don Jesús. También fue homenajeada la Peña El Cuadro en su 50 aniversario.

La mañana pasaba sin contratiempos y la tarde amenazaba lluvia. Los Agés podían estar pasados por agua y… a punto estuvo. Hacia las 5 de la tarde comenzó a llover con intensidad. Lejos de caer en desánimo, empezamos a valorar la celebración de los agés bajo el techo de la cuadrilla. Lo que fuera, pero en la cuadrilla de San Esteban en 2018 si o si iba a haber subasta de toro, del nuestro o del que fuera. La megafonía preparada. Quiero aprovechar estas líneas para dar las gracias a Gustavo por dejarnos su equipo de megafonía, así como a Maribel y a Rafa, que la pusieron a punto para que todo estuviera perfecto.

El sonido preparado, las botas llenas, el libro de cuadrilla, las hojas de apuntes, los cambios en su caja, la mesa decorada con un precioso centro de flores y, los más importante, todos los colaboradores realizando su tarea, mis tíos Pablo y Almudena con toda la carne preparada y organizada y cada pieza con su nombre propio. Trabajo hecho con cariño y profesionalidad. El subastador deseando salir a escena y… el sol apareciendo como un regalo deseado e inesperado. Ahora sí, todo dispuesto para pasar una preciosa tarde de Agés en la Cuadrilla de San Esteban.

A las 6 en punto como manda la tradición comenzó el Agés con la lectura del acta de catapan. La corrida de toros se suspendió lo que hizo que desde primera hora estuviera la calle llena. Fueron unos Agés extraordinarios, buen ambiente, alegría y mucha diversión. Fue muchísima la gente que nos acompañó, muchísimos los amigos que se acercaron a subastar en  la cuadrilla. Los cuatros y colaboradores no paraban de vaciar y llenar las botas, la música sonó sin cesar, las bandejas de carne perfectamente organizadas salían llenas y volvían vacías, la gente deseando llevarse carne de toro, despojos o botas, incluso nos pidieron subastar los garrafones pintados que decoraban la cuadrilla.

Quiero destacar la figura del subastador en general y la de Enrique Calvo en particular. Subastador de larga tradición y merecido prestigio. El subastador es el ALMA del Agés. Es organizador y director, ocurrente y divertido, implicado y partícipe, observador e intuitivo, provocador e incitante, ingenioso y perspicaz… pero Enrique además es generoso, educado, respetuoso, inteligente y brillante. Muchas gracias. Llevaste la subasta con maestría. Hiciste un Agés espléndido en fondo y forma como mandan usos y costumbres.

También queremos daros las gracias a los que en cara subasta, os llevasteis las botas de la cuadrilla de San Esteban 2018, con el convencimiento de que las vais a guardar como preciado recuerdo de estas fiestas. A vosotros y a los que pintasteis estas pequeñas obras de arte, GRACIAS.

El 30 de junio Sábado Agés de 2018 también fue el cumpleaños de Fernando el jurado y de Marta su melliza. Hacia mitad de la subasta y al son de la charanga, les cantamos el cumpleaños feliz y se fundieron en un emotivo abrazo. Quisimos celebrarlo invitando a la muchísima gente que nos acompañaba bolsas de patatas Anizvi, lomos y costillas adobadas, tortillas de patata y, para terminar, tarta. Fue un cumpleaños muy difícil de olvidar. Muchas gracias. Entre todos hicisteis unos agés maravillosos, entrañables, inolvidables.

Llegó el final y el broche de oro lo puso Fernando el jurado, haciendo lo que más le gusta, tocar el saxofón en este caso acompañado por nuestra maravillosa charanga “El Cachondeo”.  ¡Otro momento inolvidable!

Terminada la subasta el grupo de colaboradores encargado, barrió y regó  la calle así como las entradas a los portales vecinos. Quiero mencionar la repuesta de gratitud de los vecinos más próximos al local de cuadrilla. Gracias a vosotros. Era nuestro deseo y nuestro deber mantener limpia la cuadrilla y sus aledaños.

Y, como es tradición, después de cenar  disfrutamos de una verbena de barrio a cargo de los músicos de la charanga. Mientras un grupo de colaboradores preparaba el reparto de las tajadas del domingo y otro ultimaba la decoración de la caldera.

Así terminó uno de los días más duros en una cuadrilla. Gracias familiares y amigos por trabajar tanto y con tanta alegría. Después de todo nos fuimos a descansar, nos esperaba una mañana preciosa y sin lluvia.

                                 

FOTOGRAFÍAS CARLOS ARLEGUI