Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Cap. 307. 22/27-6-2023

Viaje familiar a Cabrales y Llanes, una vez más Asturias

Viaje a Cabrales y Llanes (16). Puertas
photo_camera Viaje a Cabrales y Llanes (16). Puertas

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Ya estamos de nuevo aquí, aquí en Soria, después de un viaje más a nuestro lugar favorito, a Asturias. Como suele ocurrir, hemos visto cosas nuevas, bastantes, y hemos repetido algunas, también unas cuantas. El viaje ha sido familiar, y su resumen así sin grandes detalles es el siguiente.

Jueves 22 de junio

Nuestras aventuras arrancan este jueves 22 de junio, con un viaje entre Valdeavellano de Tera y El Berrón, ya en Asturias, donde empezamos a darle (Las Ruedas) a los productos asturianos gastronómicos que nos acompañarán estos seis días. Como hemos comido pronto todos los días, nos han cundido las jornadas de otra manera, así que el trayecto entre El Berrón y Puertas decidimos hacerlo por carretera (Nava, Infiesto, Cangas de Onís) en lugar de por autovía. En este caso, una de las ventajas es que un desvío de apenas cinco minutos nos permite disfrutar una vez más de todo el entorno de Covadonga, la Cueva de la Santina, la Basílica, Don Pelayo...

De ahí partimos a Puertas, donde nos recibe la misma familia que lo lleva haciendo doce años, y en una de cuyas casas rurales vamos a pasar la única noche en este Concejo de Cabrales. Allí en Puertas nos reunimos con la otra mitad del grupo, los que viven en Madrid, que también tienen un viaje dentro de lo normal para empezar a disfrutar del pueblo. Justo a la vez que los madrileños llega el heladero, un momento mágico que viven todos los jueves veraniegos los pueblos de la zona. Hoy hemos sido también sus clientes.

Mientras los pequeños se quedan con los abuelos jugando, los medianos nos vamos de paseo por los rincones de Puertas, hoy con un día espléndido de sol y temperatura. Se ve el Urriellu a lo no tan lejos. En poco rato llega la hora de la cena (tortos, cordero exquisito, patatas, ensalada, arroz con leche...), y al final de la misma nos toca cantar un cumpleaños feliz muy especial a una de nuestras anfitrionas. ¡¡Felicidades de nuevo, Carmen!!

Viernes 23 de junio

Los madrugadores toman café en la capital del Concejo de Cabrales, Carreña, antes de regresar a la casa de Puertas. Pronto estamos todos preparados para la primera visita turística del día, una a la que le teníamos muchas ganas: la plantación que Gabi y Lorena tienen en Puertas, El Zánganu, con fresas, lechugas, tomates, navizas, cebollas,...  y algunas cosas más que no apunté ni recuerdo, todo ello con modernos sistemas de crecimiento para abastecer a particulares y hosteleros de la zona. El turismo sigue siendo fuerte en Cabrales y en los concejos cercanos.

Nos despedimos de Carmen y Pepe ya que los niños todavía tienen hoy colegio en Asturias y no están en Puertas (Aurora sí porque es pequeña, pero Antonio, Luisa y Nico no), y partimos hacia los tres siguientes destinos de la mañana, todos ellos cercanos. El primero es Arenas, el lugar más poblado y conocido del concejo, donde nos limitamos a dar un paseo.

El segundo es Arangas, donde ya sí hacemos gasto en el precioso bar-tienda La Calleja, regentado desde hace más de 30 años por la biznieta de la fundadora, así que es fácil echar cálculos. En Arangas nos encontramos con un científico de la Universidad de Oviedo (creo) que está buscando ermitas retiradas del ruido para colocar en ellas aparatos de cara a un estudio sismográfico.

Y el tercero es Asiegu, Casa Niembro, donde ya hemos comido varias veces no solo porque toda su carta sea sin gluten, que también, sino por lo bueno que está todo.

Ya sí, nos despedimos de nuestra corta estancia en Cabrales para dirigirnos a Llanes. Repito lo del primer día. Como estamos comiendo pronto, las tardes cunden mucho. En este nuestro primer día en Llanes nos da tiempo a preparar todo en la casa y a, los que quieren, darse su primer baño en la playa urbana de El Sablón. Estamos cerca de la estación de tren, en un barrio ideal alejado de los barullos del centro, sobre todo en fin de semana. Oímos tracas potentes y parece que cercanas casi al acostarnos.

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Sábado 24 de junio

Hoy es San Juan y lo celebraremos al final del día, pero vayamos por orden. Por la mañana no hicimos, como dice un amigo mío, sustancialmente nada. Bueno, sí: desayuno y posterior café por el barrio (en dos ejercicios diferenciados), un rato de parque y otro de actividad infantil en la Biblioteca Pública, actividad que descubrimos en nuestra lectura de 'La Nueva España' de papel. La Biblioteca la tenemos también al lado.

Comemos muy cerca y muy bien, en La Provenzal, y nos marchamos a casa a la siesta. Todas estas comidas las hemos hecho bajo reserva porque Llanes tiene muchísimo turismo, sobre todo en esta época concentrado el fin de semana, y seis personas no entran fácil en todos los sitios cuando se desea. Después de la siesta, tiempo libre. Unos se marchan a la playa de Cue, otros se quedan en casa viendo la abundante oferta deportiva y yo aprovecho para darme un paseo por el célebre y precioso Paseo de San Pedro, donde se encuentra el denominado Banco más guapu de Llanes. Lo que es 'guapu' es todo el paseo.

La reunificación del grupo tiene lugar en Cue. A los que llegamos tarde nos da tiempo a ver lo bonita y herbácea que es su playa, y lo estrechas que son sus calles y caminos, aunque eso en Asturias no es noticia. Nuestra presencia en Cue no es casual. Allí, cada 24 de junio, caiga como caiga, se celebra La Sacramental, fiesta de Interés Turístico Regional en el Principado de Asturias y cuyo componente más vistoso son las dos espectaculares alfombras que preparan los dos barrios del pueblo, el de Arriba y el de Abajo, alfombras que llevan preparándose unas tres semanas para que hoy puedan ser admiradas por cientos de personas durante todo el día. De aquí venían los cohetes de anoche.

De regreso a Llanes, todavía de día pero por poco, intentamos aparcar por el centro. Imposible un coche, más imposible dos coches, así que continuación del camino hasta casa y mañana será otro día.

Domingo 25 de junio

Llegamos al final de la semana, pero por suerte no al final de nuestras andanzas. Por la mañana, un poco de playa. Esta vez nos fuimos a Poo, o Po, porque casi todos los pueblos de Asturias se pueden escribir de dos maneras e incluso de tres. La playa de Po es muy recogida, a ella llega un manantial de agua muy fría pero el agua del mar en sí está bastante más templada, dentro de los niveles cantábricos. Además, se pueden andar metros y metros sin que apenas cubra, así que es ideal para niños y para domingueros que no se quieren quitar la riñonera o la camiseta pero sí mojarse los pies.

Para mediodía, teníamos reserva en la Sidrería Las Torres, nuestra otra sede durante estos días en Llanes. Después del posterior rato de relax en la casa, unos marcharon a dar una vuelta a Torimbia y otros permanecieron en el hogar. Y ya con la tarde desplomándose, caminamos hasta el centro de Llanes para encontrarnos con Dani y Elisa, nuestros amigos zaragozanos que también han elegido este concejo para pasar sus vacaciones. Después de dar una vuelta por los famosos Cubos de la Memoria de Ibarrola y comprobar que todos los bares céntricos estaban a rebosar, regresamos a nuestra sidrería para cenar algo ligero.

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Lunes 26 de junio

Para este lunes, daban mal tiempo, aunque para muchos de nosotros, en estos casos, cuando peor es mejor y cuanto mejor es peor. En realidad, no nos podemos quejar nada del tiempo, porque las temperaturas apenas han subido de 24 grados ni bajado de 18, así a ojo, y lo que ha llovido en estos días ha sido por la noche.

Este último día completo, su mañana y su mediodía al menos, decidimos pasarla en Ribadesella, donde se respiraba una increíble tranquilidad. Nada más juntarnos los seis en la desembocadura del Sella, partimos hacia el típico trenecito turístico para recorrer las calles de la localidad. Da gusto ver la gran cantidad de casas indianas de nivel y prestancia, algunas de ellas convertidas ahora en establecimientos turísticos a orillas de la gran playa de Santa Marina.

Tras llegar a la estación final del trenecito, como aún quedaba tiempo para la comida, los físicos del grupo (Matute dixit) -Beatriz, David, Sergio-, subimos hasta la ermita de la Virgen de la Guía, con unas maravillosas vistas del Cantábrico, antes de reunirnos de nuevo con los tres que prefirieron quedarse en el casco urbano de Ribadesella -Carmen, María, Virgilio-.

Justo antes de comer, nos encontramos de casualidad y de nuevo con Elisa y Dani, que venían de la zona de Lastres, así que comimos los ocho en el Rompeolas, en su patio interior. Por la tarde, tras la obligada y larga siesta para descansar del descanso, tiempo para algunas compras, para un paseo hasta el centro de Llanes y para la despedida tanto de la Playa del Sablón como de la Sidrería Las Torres.

Martes 27 de junio

Día de regreso, todavía con dos paradas en Asturias. La primera, en Deva, para entrar en la sidrería Piñera para comprar algunas botellas de la tradicional bebida asturiana elaborada a base de sus manzanas. Y la segunda, de nuevo en El Berrón, para entrar los seis en su cementerio donde descansan nuestros vecinos de toda la vida Ramón y Orgelia. Todavía en este pueblo, importante cruce de caminos, desayunamos todos en La Cantina, lugar ya sí de nuestra despedida hasta la próxima. Los sorianos todavía llegamos a tiempo de comer en El Maño de Navaleno y de tomar un café en La Pausa de Abejar, otra pequeña tradición, para poner poco después fin al viaje en el mismo lugar de su comienzo: Valdeavellano de Tera.

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