Valdeavellano de Tera inició ayer sus fiestas patronales en honor de la Virgen y San Roque. Como cada 14 de agosto desde hace ya varios lustros, las fiestas empezaron pasada la madrugada, a las 0.30, con la lectura del pregón inaugural y la proclamación de los Mozos de Fiestas.
El pregón de este año corrió a cargo de Silvia Mateo, presentada por la actual alcaldesa María de la O García. Tras una breve introducción agradeciendo el trabajo en los últimos años del anterior alcalde, Amancio Martínez, Silvia se refirió a la emoción infinita de ese "eterno regreso al paraíso" que cada hijo o nieto de personas nacidas en el pueblo siente verano a verano, puente a puente, escapada a escapada, en cualquier visita a la tierra de la que descienden, la que sienten como si la hubieran mamado desde que permanecían en el útero de sus madres, como de hecho así sucede.
Todo ello, por supuesto, jalonado con recuerdos de la infancia con las amistades y la familia, referencias a la increíble belleza de los paisajes de El Valle (versos del abuelo incluidos) y guiños a la situación actual que vive el pueblo.
Tras el emocionante pregón, otro miembro de la corporación municipal, José Luis Hernández, fue el encargado de presentar a los Mozos de fiestas, como representantes de la juventud organizadora de los festejos junto al Ayuntamiento. José Luis recordó que esta tradición empezó en 1991, cuando él era alcalde. Ya desde el principio, hubo Mozo y Moza (en los años iniciales acompañados de Paje y Dama), algo realmente adelantado a su tiempo y que se mantiene 31 años después.
Él fue el encargado de esta presentación no por casualidad, sino porque el Mozo es su hijo, Raúl Hernández, junto a Alba García, quienes recibieron la banda de sus predecesores de 2019, Samuel Carro y Elena de Pablo. Después del pregón, los Mozos saludan a todos los presentes, este año más que nunca a los pies del balcón del Ayuntamiento, a los que desean felices fiestas.
Raúl y Alba perpetuaron una tradición más. Ellos fueron los que hicieron el primer baile de la Verbena de las fiestas de Valdeavellano, una Verbena que volvió a estar abarrotada por cientos y cientos de personas del pueblo, de El Valle e incluso de otras comarcas, pues tal es la fama que desde hace décadas tiene la noche del 14 de agosto en Valdeavellano de Tera.