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Hay un pueblo en la provincia de Soria bonito por fuera y por dentro. Por fuera, porque desde la distancia destaca su gran iglesia y la silueta general de la localidad constituida en la ladera de un cerro, encima del cual hay incluso un vértice geodésico. Y por dentro, porque sus calles bien conservadas y algunos de sus edificios permiten dar un paseo agradable por él.
Ahora, para ir de Soria a Madrid en coche, al llegar a Almazán hay que seguir hacia Medinaceli, Alcolea.... ya todo el mundo sabe. Sin embargo, si quieres ir andando o en bicicleta, el camino más corto sigue siendo por Almazán pero, una vez abandonada esta gran villa, hay que ir hacia Barahona, Atienza...
Por eso mismo, Barahona es precisamente el pueblo protagonista de hoy, porque se encuentra en el camino natural entre la capital del Reino y, por citar algunas localidades importantes, San Sebastián, Pamplona, Tarazona o Ágreda.
Puede parecer osado citar Tarazona y Ágreda al lado de dos importantes capitales de provincia. Sin embargo, a esos dos lugares son a los que se dirigieron dos reyes de España que, en su momento, pasaron por Barahona.
El primero fue Felipe II, que en 1592 asistió a la llamada Jornada de Tarazona, pues fue allí donde se reunieron las Cortes. Al regresar a Madrid, pasó, entre otros muchos lugares de la provincia de Soria, por Barahona, como se puede ver en este extenso reportaje recogido por Soria-Goig.
El segundo, casi 120 años después, fue Felipe V. Su abuelo, Felipe IV, estableció una profusa correspondencia con Sor María Jesús de Ágreda, en una de las relaciones más especiales que ha habido entre un rey y cualquiera de sus súbditos probablemente en la historia de todas las monarquías. Por ello, su nieto Felipe V decidió ir en 1710 a Ágreda para visitar la tumba de Sor María Jesús, que había fallecido en mayo de 1665, apenas tres meses antes que Felipe IV. En ese viaje hacia Ágreda, Felipe V no solo pasó por Barahona, sino que se detuvo y escuchó misa, como puede leerse en una de las inscripciones que todavía se conservan en la iglesia.