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12-5-2023

Diez canciones de Extremoduro

Extremoduro
photo_camera Extremoduro

Extremoduro es la banda que cualquier chaval que empieza con el rock sueña con haber formado alguna vez. Con motivo del inminente cumpleaños de Robe Iniesta (61 años el 16 de mayo), y ante la imposibilidad de publicar ese día, aquí van diez canciones de la banda. Si por algo se caracteriza Extremoduro, entre otras muchas cosas, es por la increíble variedad de registros entre unas canciones y otras, unificadas fundamentalmente por la voz de Robe. Sirva el final de esta introducción como introducción del primer tema.

1. Quemando tus recuerdos

En bastantes de sus canciones, Extremoduro mezcla dos o tres registros muy diferentes. En los más de cinco minutos de ‘Quemando tus recuerdos’, esa mezcolanza se lleva al extremo, con seis canciones en una, unidas de tal modo que los cambios no se antojan tan drásticos como la abismal distancia que hay entre el principio y el final.

2. Ama, ama, ama y ensancha el alma

En puridad, esta canción no debería estar aquí porque está muy lejos de encontrarse entre las mejores o entre las más representativas del grupo extremeño. ¿Y por qué su inclusión entonces? Porque también hay que reconocerle su cualidad de haberse convertido con el tiempo en la puerta más ancha para entrar en el planeta Extremo.

3. Tu corazón

Vamos a recuperarnos rápido y, ahora sí, a lo grande, a lo grandisimo. ‘Tu corazón’ es una de esas cimas de apariencia inaccesible a las que un día Extremoduro logró encaramarse. Posee la frase más potente de la discografía de la banda.

4. Necesito droga y amor

El terruño, la naturaleza, el sexo, lo policial y carcelario, los suburbios, la locura, la poesía, los subidones y los bajonazos… son algunos de los temas de Extremoduro. Pero hay dos temas por encima de todos, que ocupan quizás el 75% de sus letras: el amor y la droga. No sé si por eso mismo o por una simple casualidad, un día Robe Iniesta decidió titular de este modo una de sus mejores canciones de siempre.

5. Volando solo

Qué canción… si algún día se diera el hipotético e improbable caso de que decidiera cambiar mi canción favorita de Extremoduro, su sustituta sería esta. Empieza ya arriba, muy alto, y no deja de subir y de subir en un ‘in crescendo’ frenético que da hasta un vértigo casi físico. Tal y como discurre, parecía complicado encontrarle cualquier final a ese desarrollo, y quizás por eso termina como termina.

6. No me calientes que me hundo

No espero hasta la última para poner mi corte favorito de Extremo. Una canción muy diferente a todas las demás, aunque ya está dicho que una de las características es la amplitud de variantes. Esta historia está contada en apenas dos estrofas de ocho versos de arte menor y en un estribillo inolvidable que se repite dos veces no de manera idéntica pero casi. Desde que conduzco hace casi 30 años, esta es la canción que canturreo mientras echo gasolina al coche. ¿Cuál es la tuya?

7. Sol de invierno

Hubo un tiempo en que los discos se escuchaban en el orden en el que sus creadores los habían concebido. De pronto, un amigo te deja una cinta de Extremoduro y la pones desde el inicio. Suena una musiquilla agradable que se detiene y cuatro versos casi ‘a capella’: “Me juego el tipo mirándote a los ojos/Salgo corriendo a meterme en remojo/Me has alterado poniéndote a mi lado/Yo que vivía tan feliz en un tejado”. Llega entonces la gran explosión de música que son esta canción y este disco.

8. Decidí

Muy probablemente, la canción de Extremoduro más idónea y más pensada para ser escuchada en directo, para vocearla a lo grande, a pesar de su brevedad, desde sus míticas cinco palabras iniciales, que son también las cinco últimas, hasta su estribillo también merecidamente repetido. Además, es otra amable puerta de entrada para el grupo, y mucho más recomendable.

9. Romperás

El punteíllo inicial, el grito que da título y comienzo a la canción, la melodía, la letra… y el hecho de que si no fue la primera, sí fue una de las primerísimas que escuché del grupo, pero mi cabeza dice que fue la primera. Ahora que es tan fácil conseguirlo, sin necesidad de un boli BIC, suele apetecer escucharla dos veces seguidas. También muy voceable.

10. El duende del parque

Otra canción a la que le tengo un cariño muy especial, seguramente porque comparte con ‘Sol de invierno’ ese carácter de canción inaugural de disco. Desde su primera escucha ya sabía que iba a seguir acompañándome durante muchos años, o eso creo, y así ha sido.

Como se puede apreciar, solo hay canciones de los cuatro primeros discos. Y, como se suele decir, he sufrido por tener que dejar fuera del listado sobre todo algunas, también de los siguientes, pero diez es un número demasiado redondo y encaja muy bien en todos los titulares como para ampliar. Eso sí, solo voy a citar una más porque sería injusto no haciéndolo: ‘Pedrá’, el famoso disco-canción de media hora que mantiene el nivel altísimo de todo lo anterior y que cierra, por dentro, la puerta de la etapa gloriosa de Extremoduro (‘Rock transgresivo’, ‘Somos unos animales’, ‘Deltoya’ y ‘¿Dónde están mis amigos?’). Luego llegó ‘Agila’, que también me encanta, y después vinieron ‘Canciones prohibidas’ y ‘Yo, minoría absoluta’, que todavía escuché muchas veces. Los siguientes (‘La ley innata’, ‘Material defectuoso’, ‘Para todos los públicos’) apenas han llegado a mis oídos en viajes en coches ajenos.