Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Ciclismo salvaje: Bernard Hinault en 1980

En la Lieja-Bastoña-Lieja de 1980

Como aventuré en la entrada de ayer, hoy vuelvo a escribir sobre ciclismo, ciclismo 'viejuno', ochentero, cuando ya empezaban a verse algunas cosas por televisión, el mismo deporte y tan distinto del que se practica ahora bajo el mismo nombre. Y si no, basta con ver dos ejemplos salvajes del mismo año, 1980, y del mismo protagonista, Bernard Hinault.

Como ya se han escrito miles de páginas sobre esas dos proezas, hoy más que nada las voy a dar a conocer y, el que tenga interés, que amplíe por ahí, así ganamos tiempo todos.

1. Lieja-Bastoña-Lieja, 24 de abril de 1980. La primavera había llegado hace un mes, y hasta apenas un par de días antes las temperaturas en aquellas tierras belgas eran altas. Sin embargo, se desplomaron de pronto y esa caída vino acompañada de una intensa nevada el día de la carrera. Un total de 174 corredores se disponían a afrontar los 244 kilómetros. A las dos horas ya habían abandonado más de un centenar. Según avanzaba la prueba, se dice que los corredores belgas iban abandonando donde tenían amigos, familiares... De los 174, llegaron a meta 21. De esos 21, había uno, Bernard Hinault, que se había planteado abandonar también al principio. Sin embargo, vio un compañero de equipo y pensó que él no podía retirarse mientras hubiera compañeros seguramente trabajando para él. Hubo una escapada de dos corredores (Pevenage y Peeters), que llegó a tener una ventaja de más de dos minutos. Hinault saltó poco después junto a Contini y Lubberding. Les cogieron a los 20 kilómetros y, a falta de 80 para meta, el mítico corredor francés saltó en solitario para enfrentarse a la nieve y a temperaturas bajo cero. Ganó con 9 minutos y 24 segundos de ventaja sobre Kuiper y Claes. Sigue contando la leyenda que tardó tres semanas en recuperar la movilidad de los dedos, y aún varios años en recuperar la sensibilidad completa, lo que no le impidió ganar el Giro que empezó justo después de tres semanas, el 15 de mayo.

2. Campeonato del Mundo de Sallanches, 31 de agosto de 1980. Aunque hubiera hecho sol y una temperatura agradable, este Mundial en los Alpes franceses ya habría sido considerado uno de los más duros de la historia, debido a sus 268 kilómetros y sus 6.000 metros de desnivel positivo, muchos de ellos ganados en una cota de algo menos de 3.000 metros, Domancy, que los ciclistas tuvieron que ascender 20 veces. En realidad, pocos completaron esas 20 subidas. De los 107 ciclistas que tomaron la salida, solo acabaron 15. Ello fue debido a que a la distancia y al desnivel se sumaron el frío y la lluvia del día anterior que había dejado el circuito muy peligroso. Hinault dominó la prueba desde el principio, para ganar con un minuto y un segundo de ventaja sobre Baronchelli y 4 minutos y 25 segundos sobre Juan Fernández, el único español que acabó y que sumaba la primera de sus tres medallas de bronce en Mundiales. Habían tomado la salida 12 españoles, entre ellos Rupérez, Lejarreta, Arroyo, Laguía, Viejo, Alberto Fernández... El soriano Faustino Rupérez se retiró a solo dos vueltas del final después de hace un gran trabajo.

3. Corolario. Aquel año de 1980, Hinault ganó las tres carreras citadas (Lieja, Giro, Mundial) y se retiró del Tour por una tendinitis cuando iba líder después de haber ganado tres etapas. Ningún ciclista de la historia, ni siquiera el que estáis pensando, ha dominado como Hinault las carreras de tres semanas. Corrió tres Giros y ganó los tres. Corrió dos Vueltas a España y ganó las dos. Corrió ocho Tours de Francia y ganó cinco; en otro se retiró siendo líder como ya se ha dicho; y en los dos restantes terminó segundo por detrás de Fignon y Lemond.