La noticia sobrevuela las charlas del café llenando los tiempos de espera del bus o del centro de salud. Pronto en las redes sociales se suceden todo tipo de comentarios, algunos en clave de humor, sin faltar los de dudoso gusto. La NASA proyecta enviar a una mujer a la luna. Los medios de comunicación recurren a la Wikipedia (atrás quedó el acudir a polvorientos archivos olvidados), para recordar a las mujeres que viajaron al espacio siendo pionera la rusa Valentina Tereshkova.
El día D a la hora H todos los ojos están puestos en el Cabo Cañaveral. Tras la cuenta atrás y la ensordecedora nube blanca, una repentina lluvia de cristales sorprende al público asistente. Aquel cohete rumbo a la luna y tripulado por una mujer acaba de hacer pedazos el techo de cristal.