Blog | Periodista y cocinera

Zelai Txiki, segundas partes fueron buenas

arroz cremoso con navajas Arroz cremoso con navajas

Me gusta volver a Donosti. Allí he pasado muy buenos momentos, he hecho buenos amigos y he disfrutado de la comida como en ningún otro sitio. En esa ciudad di rienda suelta a mi pasión por la gastronomía y aprendí mucho de mis amigos cocineros. Aún lo hago. Y ahora además, dos de esos amigos se han decidido a abrir nuevos restaurantes en la ciudad, con lo que la visita está aún más justificada.

Hoy os hablaré de una de esas aperturas, aunque más bien es un reestreno. La pareja formada por Carlos, en la cocina, y Eva, en la sala, retoman un negocio con solera que emprendieron hace años en el restaurante asador Zelai Txiki, en las faldas del monte Ulía, en San Sebastián. Está en la ciudad, pero un poco apartado, con toda la ventaja que eso supone. El restaurante está situado en un mirador y en él se respira tranquilildad y sosiego, aún más si tienes la suerte de llegar cuando algún intérprete espontáneo se atreve a tocar el estupendo piano que reina en la sala. Los espacios del restaurante, tanto en los salones como en la terraza, son amplios y cómodos, todo está pensado para que uno se sienta a gusto y pueda disfrutar de la comida en pareja, en familia o entre amigos. La decoración tradicional de piedra y madera se mezcla con toques de metal y cristal en una sugerente combinación, como la gran cava transparente que domina el comedor principal y donde el Zelai Txiki guarda algunos de sus tesoros en forma de vino o cava (más de cien referencias).

cava zelai Cava a la vista

interior Zelai Uno de los salones

piano El piano reina en la sala

Las reformas al local han incluido mejoras significativas en la sala, en la cocina y el almacén, aunque se ha conservado y puesto en uso el gran horno de leña con el que contaba el restaurante. En él se hace a diario el pan artesano del Zelai Txiki, así como los asados y otros platos a los que el inconfundible toque del horno les confiere un sabor y aroma inconfundibles. Es el gran tesoro de un restaurante que está preparado para acoger tanto a grandes grupos como a comensales individuales. Todo cabe.

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Fuimos a cenar mi hijo y yo y todo resultó perfecto. Conocer a los anfitriones tiene cierta ventaja, pero lo cierto es que en el Zelai Txiki el trato al cliente es siempre cordial y cercano. Comimos en la terraza, con San Sebastián a nuestros pies y una cálida noche de verano. Ya el marco es tan agradable que es difícil que el resto nos decepcione. Y también es difícil si lo que sirven son productos de primera calidad muy bien tratados. Todos los platos fueron destacables, desde el Tartar de bonito marinado con un sorprendente helado de piquillos asados al horno, hasta un sabroso Salmorejo con tosta de txangurro, un increíblemente tierno y jugoso Taco de solomillo a la parrilla y un intenso Arroz cremoso con unas estupendas navajas, todo ello precedido de un aperitivo relleno de setas (cortesía de la casa) y un magnífico pan casero, elaborado cada día en el restaurante con masa madre procedente del mítico Can Fabes del recordado Santi Santamaría. Como remate, dos tartitas acompañadas de sendos sorbetes, una de queso con chocolate y otra de crema de coco con fruta de la pasión. En cuestión de vinos, lo mejor es dejarse aconsejar por Eva, que se está convirtiendo en una experta somelier.

En la carta del Zelai uno no se pierde en florituras. Se puede empezar con una selección de charcutería elaborada en casa o escogida entre las DO más reconocidas. En los entrantes, mezcla de productos del mar y de su propia huerta, como los huevos rotos con txangurro y calabacín. En cazuela de hierro colado se sirven las Carrilleras guisadas y el Pichón de Bresse asado. Entre las carnes, además del chuletón y el solomillo a la parrilla, cordero lechal de Castilla y cochinillo de Segovia. Y entre los pescados destaca el cogote de merluza y otros platos muy reconocibles de la culinaria vasca, con un toque más atrevido en su versión del Fish and chips londinense.

aperitivo Aperitivo de setas

salmorejo con txangurro Salmorejo con tosta de txangurro

tartar de atún Tartar de bonito con helado de piquillos

solomillo Taco de solomillo a la parrilla

mousse de coco Mousse de coco y fruta de la pasión con chocolate

tarta de queso Tarta de queso y sorbete

pan casero Pan casero

Carlos y Eva saben del oficio y tienen mucha verdad, y eso se nota. Además, han sido muy valientes parando a tiempo, tomándose las cosas con calma y volviendo a la carga más preparados, apostando por la calidad y las cosas bien hechas y rodeándose de un equipo joven llegado de diversas cocinas y puntos del país, con mucha ilusión y ganas de hacerlo bien en la ciudad en la que mejor se come del mundo.

Si además el tiempo acompaña y después de comer o cenar uno puede pasear por la Concha... ¿Se puede pedir más?

la Concha