Blog | Periodista y cocinera

Mis productos sorianos favoritos

Me cuesta ser chovinista en las cosas del comer, lo reconozco. Me gusta lo bueno, venga de donde venga, y no creo que cualquier cosa tenga calidad o me guste solo por ser made in Soria. Pero también es cierto que a veces tenemos productos excelentes al lado de casa y no los apreciamos lo suficiente. Aquí va mi lista de lo que he probado, me gusta y recomiendo, lo que aún tengo pendiente y lo que me gustaría probar en este año que está a punto de empezar.

Vamos con lo ya testado. De lo que no me suele faltar casi nunca en la nevera y creo que siempre es un buen regalo es la mantequilla de Soria. Solo hay dos mantequillas en España con Denominación de Origen Protegida y una es la nuestra. Aunque no se sea experto en mantequilla, se nota cuando una es de calidad, el sabor es otra cosa, y está tan rica que solo con un poquito de pan ya es un placer. De hecho, es como más me gusta, en crudo, y ya si nos ponemos estupendos, con unas láminas de trufa negra fresca encima. Manjar de dioses. Prefiero la natural, sin sal y sin azúcar, aunque reconozco que la mantequilla dulce es un regalo estupendo y diferente.

Lo he escrito mil veces. Somos torreznistas y eso es parte del gran éxito de Torrezno de Soria. En Soria es un producto apreciado: se compra, se cocina, se pide en los bares, se regala… Estamos muy orgullosos de lo mucho que gusta a cualquiera que lo pruebe y lo defendemos a muerte. Tener una bandeja de torreznos pre fritos es un deber en cualquier frigo soriano; eso sí, como en los bares, en ningún sitio. Algún día haré un ranking de mis favoritos:

Tampoco falta nunca en mi despensa. Si tienes una lata de Mousse Malvasía tienes salvado un picoteo o media cena informal si aparecen invitados de repente. Hay otros muchos productos de Malvasía que me encantan, pero esta lata de Mousse de foie de pato con ciruelas es de mis favoritas. Imprescindible visitar sus vídeos con recetas.

Si hay algo que tenemos en Soria muy rico y a la altura del torrezno es el chorizo. No es un producto para comer a diario, pero también es siempre un acierto tener uno en casa. Me han gustado todos los que he probado, más y menos artesanos, pero reconozco que prefiero los de sarta. Esta Navidad he probado el Maldito de La Hoguera (me encanta el nombre) y también me ha gustado mucho. Sirva este de ejemplo de otros culares que se hacen en Soria y que tienen una gran calidad.

Las patatas fritas de Soria son otro mundo, están a otro nivel de cualquiera de las que he probado. Añavieja sí que nos ha puesto en el mapa de los aperitivos en toda España y con todo el merecimiento. Entiendo que los productores diversifiquen con sabores y formatos, pero me quedo con las patatas fritas sin más, que ya son deliciosas. En esta Navidad, sin embargo, hemos probado a usarlas como base para un buen mejillón o anchoa en plan aperitivo y han sido un exitazo. Probadlo con estas Selectas de Martirelo y me decís:

Los que me habéis leído sabéis que para mí, como la trufa fresca no hay nada. Espero con ansiedad que llegue febrero para hacerme con mis trufas y poder comerlas en lo mejor de la temporada. Creo que es un placer terrenal al alcance de cualquiera comprar una trufa y rallarla sobre un huevo frito o en una tostada sobre mantequilla de Soria. Y por casi la misma razón no soy fan de los productos trufados, en su mayoría, aderezados con aromas que me alejan de mi recuerdo gustativo favorito; pero he descubierto que la clave está en la cantidad y en la forma de usarlos. Por ejemplo, esta salsa tartufa de Mykés Gourmet está muy rica si se mezcla con pasta o se usa para completar una base de risotto o para realzar cualquier guiso. Y es un gran regalo, además.

La estamos viendo por todos los lados. Se trata de la mermelada extra de frambuesa BosqueSoria, elaborada con frambuesas ecológicas, uno de los productos de esta nueva marca que se ha fijado como meta el cultivo y transformación de frutos rojos en Soria. Tiene un sabor muy rico a fruta de verdad que no se come el azúcar. La textura es la que no me termina de convencer, porque soy de las que prefiere las mermeladas con los trozos de fruta, pepitas o lo que lleven, pero el sabor es increíble, al igual que el de las frambuesas frescas. Tengo ganas de probar la mantequilla, también con frambuesas. Queda pendiente.

Como les contaba al principio, tengo poco de chovinista, y no necesito un cava o vino espumoso local para sustituir a los grandes cavas catalanes, que me parecen grandes vinos para comer más que para celebrar. Hace poco participé en una cata de cavas y tienen una altura increíble, cada uno con sus matices; he de reconocer, eso sí, que siento curiosidad por los vinos espumosos de Bodega Vildé, sobre todo porque lo que hace esta pequeña bodega de edición limitadísima tiene gran calidad y originalidad. Por poner un ejemplo, todo el mundo habla maravillas de su vermú. Aún no lo he probado, pero lo tengo en casa, así que lo tengo pendiente para cuando pasen estas fiestas navideñas de excesos.

El vino siempre es un gran regalo, el vino local, me refiero, porque habla mucho de la tierra de donde nace. Ribera del Duero es una de las grandes denominaciones del país y tenemos la suerte enorme de que comience precisamente en Soria. Lentamente se extiende en la provincia la producción de vino y están surgiendo nuevas bodegas con nuevas formas de hacer. Aquí destaco un clásico, Dominio de Atauta, porque me encanta y porque no conozco el resto en profundidad. Sería un gran acierto hacer una pequeña feria con todos los productores de Soria para que se dieran a conocer y pudiéramos probar lo que están haciendo. Hasta 16 bodegas hacen vino hoy en la provincia.

Termino esta lista personalísima con lo que tengo ganas de probar, sobre todo, por la curiosidad. Por un lado, el primer aceite de oliva de Soria, Olivodesoria, de limitadísima producción (con una preciosa presentación, por cierto) y las originales cremas de queso de Quesería Tierras Altas, con frutos secos, por ejemplo. Me dejo en el tintero (más bien en el teclado) otros productos sorianos de los que soy fan, como los quesos, algunas cervezas artesanas, y, sobre todo, el pan de pueblo y la repostería artesana, por poner algunos ejemplos, pero he optado por una lista de imprescindibles. Coincide con la vuestra?