Cada vez son menos los jóvenes que deciden sacarse el carnet de conducir cuando llegan a la edad permitida para ello, los 18 años en el caso de España. Es una tendencia creciente entre la llamada Generación Z (más o menos las personas nacidas entre 1996 y 2012), directamente no quieren coche ni tienen intención de conducir.
En 2008 los nuevos conductores de coche se fijaban en 1,25 millones, pero esta cifra ha ido descendiendo desde entonces bajando del millón en 2009 para llegar a los poco más de 876.000 en 2021.
Según la DGT en las últimas tres décadas el porcentaje de ciudadanos con carnet entre los 18 y los 24 años ha bajado del 20% al 8%. Entre las opiniones más escuchadas, muchos jóvenes afirman que "tienen prioridades que tienen que cumplir y el carnet no es una de ellas" o que "se apañan con el transporte público y el carnet simplemente no lo necesitan".
Otra de las opiniones entre los encuestados es el precio que supone mantener un vehículo al año, aunque siempre hay costes que varían, como es el caso de los seguros de vehículos, entre una u otra compañía.
La tendencia no tener carnet es especialmente más incidente en las ciudades más grandes, por las distintas opciones de movilidad como el transporte público, los vehículos compartidos, las bicicletas urbanas o el patinete. También por las dificultades para encontrar aparcamiento o cochera.
En el medio rural o en las ciudades más pequeñas el vehículo sigue siendo la mejor herramienta para sus ciudadanos, y la que les garantiza a día de hoy su independencia en su día a día.