En un mundo tan competitivo como el actual, las empresas que desean consolidar su modelo de negocio en el mercado deben apostar por mejorar sus procesos e incrementar su productividad y rendimiento. Para ello, es importante invertir tiempo y esfuerzo en técnicas y formas para elevar la productividad laboral del equipo humano.
No es un secreto que una de las claves detrás del éxito de cualquier marca es su productividad laboral. La razón por la que cada vez más empresas se interesan en este aspecto se debe a que les permite disfrutar de un trabajo de altísima calidad en un tiempo determinado.
Un empleado productivo no solo es capaz de realizar sus funciones de la forma más eficiente posible. Además, ayuda a la empresa a cumplir con sus objetivos productivos y comerciales en los plazos propuestos.
Consejos para gestionar e incrementar la productividad laboral
Independientemente de su modelo de negocio, toda empresa o marca debe conocer cuál es su nivel de productividad laboral actual. Para ello existe una fórmula que permite medir de forma sencilla este importante indicador:
Productividad = Productos o servicios producidos / Recursos laborales consumidos
Es una de las fórmulas más populares. Sin embargo, puede resultar compleja y casi imposible de aplicar a cada uno de los trabajadores. Por ello, los especialistas recomiendan una evaluación del rendimiento laboral con base en los KPI. A continuación, se presenta una breve lista con algunas de las principales formas de aumentar la productividad laboral de pymes, start-ups y grandes empresas:
Mejorar la gestión del tiempo
Identificar y priorizar las tareas importantes y urgentes de aquellas innecesarias e improductivas permitirá sacarle el máximo provecho al tiempo en el trabajo. Por esta razón, un creciente porcentaje de las empresas han decidido invertir en un gestor de tareas que les ayude a contar y administrar mejor el tiempo.
Establecer objetivos claros
No tener objetivos claros puede ser un desencadenante de la procrastinación. Para evitarlo, se debe mantener a los empleados motivados con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Al fijar plazos diarios, semanales y mensuales, el equipo es capaz de mantener una productividad laboral estable y eficiente.
Potenciar la cohesión del equipo
Aunque la competencia entre los empleados es una táctica sana e inofensiva hasta cierto punto, puede resultar perjudicial para los objetivos de la empresa si daña el ambiente laboral. En este sentido, los especialistas recomiendan facilitar y favorecer la colaboración interna, lo que influirá positivamente en la productividad individual y grupal.
Garantizar pequeños descansos durante la jornada laboral
Nuevos estudios afirman que es casi imposible que un ser humano pueda mantener su concentración durante 8 horas continuas. Por ello, se recomienda garantizar a los empleados pequeños y periódicos descansos de 5 minutos durante su jornada laboral, lo cual les permitirá desconectar brevemente y mantener un óptimo rendimiento.
Como se puede ver, gestionar la productividad laboral de forma óptima ayuda a las pequeñas y grandes empresas a cumplir con los plazos y a garantizar su éxito comercial y competitividad en el mercado. Apostar por mejorar la productividad le brinda a las marcas diferentes beneficios: desde una optimización de recursos hasta una reducción de los costes operativos.