Emérita Mateo de Blas, de Alcubilla de Avellaneda, 100 años de experiencias y vivencias

La Iglesia de El Carmen de El Burgo de Osma ha celebrado esta mañana el centenario de Emérita Mateo de Blas, que nació el 15 de marzo de 1923

Emérita Mateo de Blas, de Alcubilla de Avellaneda, cumplió los cien años el pasado 15 de marzo y esta mañana lo ha celebrado, tal y como lo merece la ocasión, rodeada de sus familiares, vecinos y amigos en la Iglesia de El Carmen de El Burgo de Osma. El cumpleaños ha comenzado con la celebración de una misa entorno a las 12:00 horas del mediodía.

En nombre de la institución provincial ha asistido el diputado Gustavo Marín, alcalde también de Alcubilla de Avellaneda, municipio donde hace cien años nació Emérita. El diputado le ha hecho entrega de una placa conmemorativa y un pergamino que recoge el acta de su nacimiento, así como una placa con el escudo del municipio donde nació. También ha asistido el concejal de ayuntamiento de El Burgo de Osma, Luis Cuesta, que le ha transmitido la felicitación de toda la corporación.

Los padres de Emérita, Lucas y Marcelina tuvieron cinco hijos siendo ella la menor. La infancia de Emérita transcurrió en el pueblo, asistiendo a la escuela de las chicas, ya que por entonces había escuela de chicos y escuela de chicas.

Desde niña ayudaba a sus padres en las tareas de casa y también del campo, junto con sus hermanos. En Alcubilla de Avellaneda pasó el tiempo de la guerra donde según describe la protagonista “pasé mucho miedo pues se oían caer las bombas”. Su padre era teniente alcalde del ayuntamiento por lo que la centenaria temía que algún día se lo llevasen y lo fusilasen.

De moza se marchó a trabajar a Barcelona y allí estuvo unos años, pero luego volvió a su pueblo y se casó con Anselmo, con quién tuvo dos hijos: Javier y Alfonso. Eran tiempos difíciles puesto que en la postguerra faltaban muchas cosas y las que había valían mucho para el dinero del que se disponía.

Trabajó en la casa y en el campo, por entonces las mujeres también iban a las tareas de la agricultura. Cuando se quedó viuda a los 89 años siguió viviendo en el pueblo. Los inviernos recuerda que se iba con sus hijos a Madrid y luego cuando llegaba el buen tiempo volvía a su casa en Alcubilla de Avellaneda.

Hace un año tuvo un problema de salud y desde entonces se encuentra en la residencia Benilde en El Burgo de Osma.

Su familia señala que se encuentra “muy feliz por llegar a cumplir 100 años”. Además, que lo ha hecho rodeada de sus hijos, nueras, nietos y nietas y sus seis bisnietos y bisnietas.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad