El Balonmano Soria ha vuelto esta tarde al trabajo en el pabellón del San Andrés con muchas sonrisas y ganas sobre la cancha, con caras conocidas y algunas nuevas. Entre las nuevas, la del míster, Oriol Castellarnau, que afronta el reto de buscar de nuevo el ascenso a Plata tras una temporada en la que el Balonmano Soria, a las órdenes de Llordi Llulles, ganó todos sus partidos pero se quedó con la miel en los labios en el play off.
El míster ha reiterado que al grupo le pide "ser buenas personas" como "base del equipo" ya que la gente "está contenta" de estar en Soria". "Los nuevos, a pesar de ficharlos por su calidad deportiva, contamos con ellos a nivel personal para no romper lo que bien que se hablaba de aquí", ha apuntado, y ha reconocido que ha tenido bastante papel en los fichajes.
En cuanto a las primeras semanas de entrenamiento del Balonmano Soria, se basarán en trabajo físico, también adaptado al balón y a la pista o trabajo con pesas pero aprovechar lo máximo la pista, con varias sesiones dobles programadas. En relación al primer amistoso, el 14 de agosto ante el Villa de Aranda, el entrenador espera a un rival "con un equipo distinto al del pasado año", en el que consiguió el ascenso, y confía en preparar lo que quiere de su equipo para este primer test.
Castellarnau ha hecho referencia al juego, "intentando hacerlo fácil, defender muy duro, ser muy proactivo para generar pérdidas de balón del rival para poder correr y evitar que nos corran, cuanto más comodidad en ataque menos balones vamos a perder".