Tres madrileños, Fernando González, Francisco Llesta y Ángel Mora (este último de Toledo, como bien apunta) han comenzado este lunes el Camino del Cid en bicicleta. Ayer miércoles, mientras llenaban sus botellines en una de las 18 fuentes de la localidad soriana de Alcubilla de Avellaneda, comentaban que por el camino les acompañaba el sonido de los ríos y de los pájaros, que este mes deleitan con su canto en todo su esplendor. No se escucha nada más. Apenas han encontrado gente durante la ruta, salvo los paisanos amables que van apareciendo durante las paradas de un camino que hacen "sin prisa", con una media de 50-60 kilómetros diarios. "Casi igual que el lío de Madrid", apuntaban bajo la sombra de los chopos.
Ayer, en Alcubilla de Avellaneda, hicieron una de estas pausas sin mirar el reloj. Era su tercera etapa. La primera, el lunes, salió de Vivar del Cid a Modúbar de San Cibrián, de donde partieron el martes hasta Santo Domingo de Silos. Ayer, ya en la provincia de Soria, su destino era Langa de Duero, y así, etapa a etapa, hasta llegar el domingo a Guadalajara.

Era su primera vez en este Camino del Cid, en la ruta entre Burgos y Guadalajara conocida como 'El Destierro', con cerca de 300 kilómetros. El Camino del Cid es un itinerario turístico cultural que atraviesa España de noroeste a sudeste y sigue las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, el famoso caballero medieval del siglo XI. Debido a su longitud (unos 1.400 kilómetros de senderos y 2.000 kilómetros de carreteras), está dividido en rutas tematizadas de entre 50 y 300 kilómetros aproximadamente unidas entre sí, para que puedas acomodar el viaje a tus días de vacaciones.
Hace unos meses se emitió en La 2 de TVE 'Diario de un ciclista', de la mano de Ainara Hernando, algo que dio un impulso a esta ruta llena de paisajes y pueblos recónditos, y que también ayudó a descubrirla a estos tres madrileños.

EL DESTIERRO
Este tramo sigue en líneas generales los primeros días del destierro del Cid narrados en el Cantar, aunque también incluye otros pasajes del poema, como la Afrenta de Corpes.
El paisaje alterna los cultivos de secano en los valles de los ríos Arlanza y Duero con los sabinares, robledales, pinares, monte raso y parameras. La ruta atraviesa seis Espacios Naturales, entre los que destacan el sabinar del valle del Arlanza y La Yecla (un cortado calizo a la salida de Silos y a pie de carretera que vale la pena visitar), y el espacio soriano del río Duero, de gran importancia medioambiental pero también geopolítica durante la Edad Media. Esta importancia se refleja en las numerosas atalayas y castillos que jalonan este espacio singular, comprendido entre Langa de Duero y Berlanga de Duero, y que tiene su emblema en la colosal fortaleza califal de Gormaz, de la que fue alcaide el Cid.