Varias son las historias sorianas o vinculadas a la provincia en esta Vuelta a España 2023. Una de ellas es la de Antonio Pereñíguez (1999), con raíces en Abejar, pueblo de su abuela, y Cabrejas del Pinar, localidad de su abuelo. Aunque nacido en Murcia, ha pasado toda su vida en Madrid y desde hace cuatro años tiene residencia en Terrasa, aunque ahora cada noche la pasa en un lugar distinto, desde que fichó por el todopoderoso Jumbo Visma, el equipo ciclista neerlandés del momento.
Pereñíguez pone el toque español al equipo holandés en esta Vuelta Ciclista a España. Con el equipo y los ciclistas, holandeses, estadounidenses o eslovenos, se comunica en inglés, idioma que domina como el castellano. Los más 'autóctonos' hablan en flamenco, un dialecto que intenta aprender pero que se le resiste algo más por la difícil pronunciación.
Antonio fue ciclista sub-23 y estudió un grado de empresa. Sus primeros contactos con la mecánica ciclista fueron en una tienda y, tras pasar por dos equipos pequeños, acabó trabajando para un equipo World Tour en las filas del Israel Cycling Academy.
Para ello era imprescindible tener el carnet de camión, para llevarlo de hotel a hotel en las grandes pruebas ciclistas. Algo que consiguió en Soria para capear la excesiva lista de espera para examinarse en ciudades grandes como Madrid y Barcelona. Es por ello que estuvo durante casi cinco meses en la casa familiar de Abejar y conseguir así un carnet, en la autoescuela Morón, fundamental para llevar a cabo el mantenimiento de las bicis en la llegada del equipo al hotel.
No es su único contacto con Soria, provincia que visita casi todos los años. Desde los 5 a los 16 lo hacía de forma más habitual, en las fiestas de agosto de Abejar, aunque por su dedicación profesional al ciclismo las visitas en esta época dejaron de ser tan frecuentes.
JUMBO VISMA
Tras pasar por el Israel Cycling Academy, tuvo contacto con el Jumbo Visma donde se trasladó hasta la nave a hacer las pruebas y pasar una entrevista personal. "Se probó primero y todo fue bien, tienes que ver si encajas", señala el mecánico. Todo fue bien por lo que le ofrecieron, por temas de patrocinio, un contrato de un año, lo que se traduce en 200 días de trabajo a año.
Pereñíguez explica que dentro de esos 200 días hay temporadas de carrera por todo el mundo y jornadas de trabajo en la nave para llevar el mantenimiento, que suelen ser entre 30 y 40 días, y donde normalmente llaman más a los mecánicos locales. Jumbo Visma tiene también equipo femenino World Tour así como un equipo filial que no es de la máxima categoría, aunque el staff es compartido, por lo que dentro de esos 200 días de trabajo también toca llevar el mantenimiento de otras estructuras del equipo.

En la actualidad el 'soriano' está inmerso en la Vuelta Ciclista a España, donde además el equipo holandés lleva los nombres que más se están escuchando en cada etapa. El equipo cuenta con cerca de 20 mecánicos pero aquí no hay ciclistas asignados, todos se encargan de todos y cada día el trabajo es diferente.
Por la mañana, antes de que arranque cada etapa, todo está listo en el camión ya que las bicicletas se preparan por la tarde anterior. Antes del inicio de la etapa toca revisar las baterías y las presiones de las bicis de repuesto. Las bicicletas que van en carrera se revisan media hora antes de cortar la cinta de salida, por si han sufrido cambios de presión por la temperatura. También toca cargar maletas para el siguiente hotel, donde varios de estos mecánicos esperan al equipo una vez finalizada la etapa.
Inmerso en la Vuelta Ciclista a España, Pereñíguez pasa larguísimas horas de trabajo junto a nombres que son historia del ciclismo como Sepp Kuss, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic. "Desde dentro se disfruta mucho, pero son muchas horas al día y estás trabajando junto a ellos", señala el mecánico, largas jornadas donde lejos de admiraciones y pasión por el ciclismo cada uno responde con profesionalidad a su tarea dentro del todopoderoso Jumbo Visma.