El último Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sitúa la tasa de empleabilidad de la Formación Profesional en un 42,2%. Este porcentaje es casi cuatro puntos superior al de los empleos universitarios.
Desde hace años se viene comprobando que esa vieja máxima que cacareaban los padres a sus hijos de “estudia para conseguir un buen trabajo”, ya no se cumple. De hecho, la brecha porcentual en favor de la Formación Profesional ha ido aumentando.
Un informe de Adecco confirma que el 55,3% de las empresas considera que los ciclos formativos de grado suprior se adaptan mejor a las destrezas que precisan de sus futuros trabajadores. España lleva años impulsando la Formación Profesional, y lo hace a través de la iniciativa pública como privada, con importantes acuerdos de colaboración con entidades financieras y desde la enseñanza privada o concertada.
Un ejemplo, este sí de carácter público, es la aprobación hace menos de un mes de cuatro Reales Decretos que actualizan once títulos de Formación Profesional vinculados a Sanidad, Instalación y Mantenimiento, Servicios Socioculturales y a la Comunidad y Química. Esta actuación se enmarca dentro de la estrategia de modernización del sistema de FP en el que trabaja el Gobierno desde hace años y que tiene como objetivo reducir las altas tasas de desempleo juvenil.
Un entorno de enseñanza altamente competitivo
La tendencia a medio plazo, de aquí al año 2030, apunta a que en todo este tiempo se requerirán un 65% de profesionales con cualificaciones medias y un 35% con cualificaciones altas. Las proyecciones realizadas por la Agencia del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop) posicionan a la FP como un tipo de enseñanza más competitivo que se ajusta mejor a las necesidades reales de las empresas.
Para este último curso, 2022-2023, se prevé que el alumnado matriculado en este tipo de estudios crezca un 5,6%, acercándose así a los 1.100.000 alumnos. Este dato lo aporta el Ministerio de Educación y Formación Profesional en su estudio Datos y cifras del curso escolar 2022-2023. De cumplirse, casi superará en 60.000 alumnos la cifra del año anterior.
El interés por la FP radica especialmente en la alta tasa de empleabilidad. Si echamos la vista hacia el futuro dentro de unos años, en 2030, el Observatorio de la Formación Profesional de Caixabank Dualiza estima que una de cada cuatro oportunidades laborales que se creen se destinará a técnicos de FP. Los cálculos apuntan a unos dos millones de empleo.
Los estudios de FP son un filón en la mina del empleo, y la causa que explica este fenómeno es la demografía. España cuenta con una plantilla de trabajadores muy envejecida. Casi uno de cada tres profesionales va a abandonar su carrera laboral en pocos años, y aunque llegarán repuestos, estos no serán suficientes para cubrir las vacantes requeridas. Además no serán necesarias las mismas profesiones, sino empleos más actuales, ajustados a las nuevas demandas de la sociedad.
¿Cuáles son los grados profesionales con más salidas laborales en 2023?
La primera titulación que queremos destacar, que aunque no es la que más demanda actual tiene, es el FP en desarrollo de aplicaciones web (DAW). Esta titulación es una de las más populares dentro de la rama de la informática y el sector tecnológico.
En estos momentos se calcula que existen en España unos 13.000 contratos cubriendo un empleo de este tipo, pero el desarrollo de aplicaciones web está en auge y el mercado laboral cada vez necesita más profesionales que sepan conceptualizar, desarrollar programas y aplicaciones y hacer de estas un escenario accesible para los usuarios.
Los DAW son sutilmente diferentes a los DAM, pues estos se centran en aplicaciones multiplataforma, y por tanto tienen un carácter más generalista. Dentro de la rama tecnológica, otra opción interesante es el grado superior en administración de sistemas informáticos en red, pues la ciberseguridad ya se ha convertido en una preocupación esencial en el mundo actual, tan hiperconectado y globalizado.
Si atendemos a empleos tradicionalmente vinculados al sector público podemos encontrar como apuestas fiables los cuidados auxiliares en enfermería, la educación infantil, la enseñanza y animación sociodeportiva, la integración social o los estudios vinculados a la administración y las finanzas.
