Recuerdo del Atyla Ship para su creador, Esteban Vicente

Falleció ayer a los 69 años después de tres lustros luchando contra una ataxia, tras cuyo diagnóstico le habían dado apenas unos meses de vida

El barco Atyla Ship, el barco ideado por Esteban Vicente, ha escrito en sus redes sociales una despedida a ese soriano de 69 años fallecido ayer. El Atyla Ship, capitaneado ahora por el sobrino de Vicente con el apoyo de su familia y que ya tiene programados sus viajes de 2023, recuerda en este texto la figura de su creador. Ver en Facebook con más fotos:

"Hoy despedimos con tristeza a Esteban Vicente Jiménez, tras una dura lucha de 15 años contra la ataxia, apoyado en su familia y amigos. Esta enfermedad por desgracia no tiene cura y él lo sabía, pero aun así, luchó contra ella hasta el último momento y vivió años después de que le dieran meses de vida.

Esteban diseñó, y fue el impulso principal en la construcción del Atyla: El último barco histórico botado en Euskadi. Pero son muchos los logros que consiguió en la vida y que le hicieron destacar en ámbitos muy distintos:

En los años 70 su equipo de piragüismo destacó y representó a España en el campeonato del mundo de aguas bravas. Fue campeón de varias modalidades en 1974 y 1977.

Hizo historia en el mundo de la escalada, en el que, con poca experiencia y poca técnica, se lanzó a realizar la primera escalada invernal en solitario del Naranjo de Bulnes por la cara Oeste (vía Rabadá/Navarro) en 1976. Y ante la incredulidad de algunos por de aquella actividad tan adelantada a su tiempo, la repitió al invierno siguiente. Esta historia se puede leer hoy en el artículo y el post que la revista Desnivel le dedica hoy.

Esteban siempre relataba su pasión por el Valle de Liébana y por sus gentes. Por eso decidió publicar un libro con fotos del valle, dedicado a este lugar en el que pasó sus últimos días.

Y por supuesto el logro del barco, el Marea Errota (hoy en día Atyla), que lleva en sus entrañas la pasión de las gentes de Lekeitio, pero también de las gentes de Vinuesa y el resto de Soria (de donde era Esteban), de Salamanca y de los miles de personas que durante casi 38 años han contribuido a que el barco siga vivo y navegando hoy en día.

El sueño de Esteban con el Atyla, tras dar la vuelta al mundo, era convertirlo en un barco escuela. Un velero que enseñase las lecciones de vida que el mar le puede aportar a cualquiera que las quiera. Y hoy en día, esa parte del sueño es ya una realidad gracias a su sobrino estando al frente del barco y toda la familia ayudándole en la retaguardia.

Son muchas las anécdotas que Esteban nos contaba frente a la chimenea de su casa, anécdotas de sus divertidas y asombrosas aventuras, que mostraban su carácter.

Esteban siempre fue una persona con carisma, luchadora, con una voluntad de hierro. Un auténtico aventurero cuya vida bien merecería un documental.

Desde la Fundación Atyla, despedimos a Esteban con mucho cariño, y damos todo nuestro apoyo a la familia y amigos.

Adiós Esteban. Con el Atyla tu obra continúa, esperemos que por muchos años".

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