El pasado 27 de diciembre, hace apenas un mes, cerró sus puertas la Taberna Aguilera de El Burgo de Osma, situada en el número 5 de la calle Mayor. Con ella, cierra uno de esos establecimientos hosteleros que permitían trasladarse, solo con pisarlos, a unos tiempos antiguos que poco a poco se van perdiendo fuera de las memorias de las personas que los vivieron. GALERÍA DE FOTOS
La Taberna Vinos Aguilera abrió en el año 1940. La abrió el padre de Pepe Aguilera, su último propietario. Pepe, que estudió en Soria en el colegio de los Padres Escolapios, regresó a El Burgo de Osma para los años de instituto. Ya desde entonces, empezó a trabajar en el negocio familiar.
Considerando que se ha jubilado con 77 años, Pepe Aguilera lleva en la taberna alrededor de seis décadas. Llevaba, porque desde este 27 de diciembre su taberna ya no abre cada día… salvo los domingos, pues el local dedicaba desde siempre el último día de la semana a facilitar el descanso de sus dueños, que también lo aprovechaban para disfrutar en la ciudad de Soria. La taberna ha sido su dedicación exclusiva los últimos 16 años, pues antes tenía un negocio de distribución de bebidas.
El local está todavía como el día que cerró, algo lógico considerando que ese momento aún está muy cercano. Y es fácil pensar que la Taberna Aguilera todavía se conserva de manera muy similar al día de su apertura: la barra, el suelo, la estufa, el mobiliario… miles de personas han disfrutado en estos 82 años de todo ello, tanto burgenses como turistas poco acostumbrados a lugares con sabor tan auténtico.
En esta Taberna de la calle Mayor se servían básicamente bebidas, acompañadas de algunos productos como anchoas o pepinillos en vinagre que preparaba el propio Pepe salvo en los últimos tiempos de trabajo.
Además de todas las historias que se han vivido entre sus paredes, de las mismas cuelgan también gran cantidad de carteles históricos que reflejan el paso del tiempo en la villa episcopal. El más antiguo es un cartel taurino del año 1910 de la feria de San Isidro… de El Burgo de Osma, una feria que se perdió hace ya mucho tiempo, del mismo modo que se pierde ahora la Taberna Aguilera.
