La Junta de Castilla y León declaró la Tauromaquia en Castilla y León Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial en 2014 reconociéndola como patrimonio cultural de los castellanos y leoneses. Por otro lado, el II Plan de Industrias Culturales y Creativas de la Comunidad establece, como una de las líneas de actuación a desarrollar, el apoyo de la Consejería de Cultura y Turismo a las escuelas taurinas de la Comunidad en la tarea de dar a conocer esta expresión artística y cultural, promover su comprensión, y facilitar el acceso de los jóvenes a la cultura y tradición taurina y con ello la generación de nuevos públicos.
Las escuelas de Tauromaquia tienen entre sus funciones contribuir a la fiesta de los toros mediante la búsqueda de nuevos valores que velen por su permanencia y pureza, así como promocionar y fomentar la afición y la cultura taurina. Mediante la concesión de estas subvenciones, la Consejería de Cultura y Turismo pretende contribuir al sostenimiento económico de las mismas, en su labor de fomento y difusión de la Tauromaquia y en la formación de futuros profesionales que den continuidad a la fiesta de los toros, así como servir de estímulo a la labor de capacitación de futuros profesionales taurinos que desempeñan las escuelas taurinas.
Para desarrollar estas funciones, las escuelas desarrollan actuaciones como impartir enseñanzas teórico-prácticas relacionadas con las diversas suertes del toreo que ayuden a los aspirantes a toreros a formarse como tales. En este aprendizaje se incluyen enseñanzas culturales y profesionales de manera que los alumnos adquieran también una formación adecuada, junto a la colaboración con las restantes instituciones públicas y privadas relacionadas con la Fiesta, así como cuantas actividades sean precisas para el cumplimiento de sus objetivos, organizando concursos, exposiciones, conferencias, festivales, novilladas.
Por otra parte, cabe señalar que el sector cultural taurino es generador de recursos económicos y empleo en amplias zonas rurales de la Comunidad y su impacto económico es más destacado que la media española, dada la concentración, tanto de la actividad (según las estadísticas) como de las ganaderías en algunas provincias, como Salamanca, su importancia económica es aún más relevante. El papel de las escuelas taurinas en el sostenimiento futuro de este patrimonio cultural y de esta riqueza económica es fundamental, al ser éstas las encargadas de la formación de los profesionales taurinos que den continuidad a esta riqueza económica, patrimonial y también medioambiental, pues toda medida de apoyo a la tauromaquia que implique su continuidad también implica directamente un apoyo al sostenimiento de la ganadería de lidia, y con ella, a la explotación sostenible de la dehesa.
