El I Foro de Bioeconomía de Soria ofrece soluciones prácticas e innovadoras para extender la economía sostenible

Desde la organización del Foro esperan que las experiencias, reflexiones y buenas prácticas sirvan para establecer una hoja de ruta

El I Foro de Bioeconomía de Castilla y León ha celebrado hoy su segunda y última jornada centrándose en mostrar cómo llevar a la práctica los principios teóricos de la bioeconomía, un modelo que propugna un cambio de paradigma hacia estándares económicos y productivos basados en la sostenibilidad, la equidad, el aprovechamiento de los recursos y la recuperación del ámbito rural y sus valores.

Así, durante la primera parte de la mañana, cuatro talleres de innovación y buenas prácticas han mostrado los proyectos más interesantes que tratan de desarrollar los cuatro pilares básicos de la bioeconomía: la bioenergía, la bioeconomía forestal, la bioeconomía circular y la bioeconomía agraria y agroalimentaria.

El primero de estos talleres, el centrado en la bioenergía, ha puesto sobre la mesa diferentes proyectos que tratan de superar la actual dependencia del gas mediante el impulso a otro tipo de vectores energéticos como el hidrógeno o el biometano. En este sentido, Dolores Hidalgo, directora del Área de Economía Circular del Centro Tecnológico Cartif, abogaba por la convivencia entre ambas materias primas, “que son perfectamente compatibles” y ha llamado la atención sobre una cuestión importante: “como investigadores, tenemos que hacer que estas soluciones sean económicamente rentables, porque esa será la garantía de su éxito”.

Por su parte, expertos en bioeconomía forestal y empresas del sector han abordado las cadenas de valor de diferentes recursos e iniciativas públicas y privadas que ya se están llevando a cabo con la mirada puesta en un modelo de bioeconomía que, en muchos de los casos, es ya una realidad. Así lo demuestran, por ejemplo, la labor de Rooteco, Luresa Resinas, Garnica o Grupo Losán.

También son realidad los proyectos relacionados con bioeconomía circular, cuya mesa ha reflexionado también sobre cómo gestionar lo que hasta ahora consideramos residuos para poder volver a integrarlos en la cadena productiva y generar, así, una economía regenerativa que nos ayude a luchar contra la sobreexplotación de ciertos recursos y la escasez de algunas de las materias primas empleadas hasta ahora.

En este sentido, Jesús Vázquez, director de Programas de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, ponía el acento en el contrasentido que estamos viviendo: “Tenemos unas necesidades materiales muy importantes y al mismo tiempo tenemos una gran cantidad de materia orgánica que estamos tirando al vertedero. ¿Por qué tenemos que estar generando materiales nuevos cuando tenemos todo ese potencial que, además, en muchos casos proviene de fuentes finitas? Debemos ser capaces de utilizar los recursos endógenos renovables para mantener nuestro sistema productivo con el fin de superar esta contradicción y ofrecer respuestas a los problemas de hoy en día”.

Finalmente, el taller de buenas prácticas en materia de bioeconomía agraria y agroalimentaria ha dado a conocer diferentes iniciativas francamente innovadoras que buscan abordar la escasez de alimentos derivada del crecimiento poblacional mundial y el problema del impacto negativo que generan algunas prácticas frecuentes en nuestro sistema productivo alimentario actual. Estos proyectos rupturistas presentados apuestan por la utilización de las algas o los insectos como materias primas para la cadena productiva. Pero también empresas con solera, asentadas y exitosas, como Bodegas Matarromera y Pascual, ha puesto de manifiesto cómo la industria tradicional se puede adaptar a los principios de la bioeconomía. Así, Jesús Cabezas, responsables de Calidad en Pascual, ha destacado que “integrar la bioeconomía es fundamental para alcanzar los objetivos medioambientales que nos va a marcar el Pacto Verde Europeo. En este sentido, queremos implementar sinergias entre empresas para aprovechar al máximo nuestros recursos porque, de esta manera, los flujos de salida de una empresa sirven como flujos de entrada para otras”.

PROYECTOS IN SITU

El amplio abanico de experiencias prácticas que los 250 participantes en el Foro han podido descubrir durante la mañana de este jueves se completa con las que pudieron conocer, in situ, durante la tarde del miércoles. Así, se realizaron dos visitas diferentes a tres proyectos innovadores en la producción y uso de recursos naturales siguiendo los principios de la bioeconomía.

Uno de esos proyectos es el del Grupo Losán, en cuyo aserradero pudieron comprobar hasta qué punto es importante la digitalización para optimizar el aprovechamiento de los recursos disponibles.

De igual modo, en Red de Calor de Soria (REBI) descubrieron cómo modernizar un sistema de producción de calor que ya utilizaban los romanos basada en el calentamiento de agua, en este caso, a partir de biomasa, de astillas y restos de poda o procedentes de limpiezas forestales que, de otra manera, se desperdiciarían.

Finalmente, la última visita llevó a los participantes en el Foro hasta la Finca La Rasa, donde Grupo Nufri aglutina más de 1.000 hectáreas de cultivo de manzanas que cuentan con el sello de garantía de Tierra de Sabor por sus cualidades excepcionales, entre las que destacan su pulpa firme y sus niveles de azúcar, acidez y aromas. Allí, los asistentes pudieron comprobar el potencial de los cultivos sostenibles en la que es una de las mayores plantaciones de España.

POTENCIAL DESBLOQUEADO

La última de las mesas de la jornada, de corte más institucional, ha puesto de manifiesto que la bioeconomía es algo más que un proyecto teórico, que ya está en marcha y que es imparable. Es cierto que, como ponía de manifiesto Antonio Morán, de la Universidad de León, “la bioeconomía necesita desarrollo, tiempo y paciencia. Dar pasos adelante y pasos atrás. Experimentación y errores. No existe la magia”; pero no es menos verdad que son muchos los proyectos que ya están en marcha, muchas las fuentes de financiación que permiten poner en práctica iniciativas que la desarrollen y muchas las instituciones que apuestan firmemente por ella, tanto legislativamente como desde el punto de vista de la financiación.

Así, los ponentes han ido desgranando los planes institucionales que está teniendo en cuenta el desarrollo de la bioenergía desde enfoques muy diferentes (como es el caso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno central) y han puesto en valor la capacidad de la bioeconomía para dar respuesta a problemas de actualidad como la falta de recursos, el reto demográfico o la desigualdad social.

Inazio Martínez, director de la Oficina Regional del Mediterráneo del Instituto Forestal Europeo (EFI), ha sido el encargado de pronunciar la conferencia de clausura y en ella ha reflexionado sobre por qué la bioeconomía no es negocio como los demás. “Más que un sector de la economía, la bioeconomía es una pieza de un puzle mayor que conduce hacia la transformación de la economía, ya que supone su biologización”. Asimismo, Martínez ha puesto el acento en la necesidad de contar con las personas puesto que “la gente tiene que tirar de ella”. En este sentido ha apostado por invertir en comunicación y en que la bioeconomía genere confianza. “Si el consumidor no tiene confianza en ella, nada de todo esto funcionará”, ha sentenciado.

Finalmente, la clausura del acto ha corrido a cargo del presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, y la delegada territorial de la Junta en la provincia, Yolanda de Gregorio. El primero ha destacado el lugar que ha ocupado Soria en estos días respecto al debate sobre el presente y el futuro de la bioeconomía “es decir, sobre nuestro futuro y el de las generaciones venideras” y ha asegurado que este Foro ha supuesto una “recarga de energía en el convencimiento de seguir implantado políticas que apuesten por la bioeconomía. Ha sido una mirada llena de de esperanza que ha puesto de manifiesto que el enfoque de la estrategia que debemos llevar a cabo es necesariamente territorial”.

Por su parte, de Gregorio ha señalado que “ahora es el momento de recapacitar para tomar conciencia colectiva de los mensajes más relevantes, para hacer visible el bagaje que sacamos del Foro y poder así recoger líneas de acción, propuestas y buenas prácticas que nos fortalezcan en nuestro camino hacia un modelo económico basado en el aprovechamiento y transformación de los recursos naturales renovables para producir alimentos, energía, productos y servicios”.

Una idea que también comparten desde la organización del Foro. Así Pablo Sabín, director de Cesefor, considera que el Foro ha sido un éxito y resalta que “ha servido para poner el foco en la oportunidad que supone para avanzar en el desarrollo de la región a través de la bioeconomía”. Asimismo, Sabín confía en que toda la información y las experiencias puestas de relieve en estos días sirvan para “iniciar un proceso de reflexión que permita elaborar una hoja de ruta clara para Castilla y León; una hoja de ruta clara y que integre, además, a todos los sectores, desde el energético hasta el forestal, pasando por el agrícola y el de agroalimentación. La unidad es fundamental para el éxito”.

CONCLUSIONES TÉCNICAS

  1. CASTILLA Y LEÓN es un territorio rico en RECURSOS NATURALES BIOLÓGICOS por lo cual la BIOECONOMÍA se erige como LA GRAN OPORTUNIDAD DEL DESARROLLO ECONÓMICO, REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA, RESILIENCIA Y UNA PROSPERIDAD INCLUSIVA
  2.  CASTILLA y LEÓN está llamada a construir SU PROPIA VISIÓN DE DESARROLLO A LARGO PLAZO en sentido AMPLIO e INTEGRAL, considerando la BIOECONOMÍA el MEDIO para mejorar el aprovechamiento en cascada de sus recursos endógenos renovables con ALTO VALOR AGREGADO, apostando por la PRESERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD, RESTAURACIÓN ecológica y la CIRCULARIDAD de los procesos: sin BIODIVERSIDAD no hay BIOECONOMÍA
  3.  El éxito de implantación de este MODELO depende de SU FORMA DE CONSTRCCIÓN: por lo que ES PERENTORIO un fuerte ANCLAJE TERRITORIAL, donde confluya el ÁMBITO RURAL y URBANO, FORESTAL y AGRÍCOLA, y partir de la base de las CAPACIDADES EXISTENTES, el CONOCIMIENTO de los actores relevantes y de las comunidades, APLICÁNDOLOS EN TODO EL PROCESO,
  4. La DESCARBONIZACIÓN DE LAS ACTIVIDADES es la PALANCA PRINCIPAL de esta TRANSFORMACIÓN para lo cual es necesario el COMPROMISO COMPARTIDO DE TODOS LOS ACTORES y especialmente el DE LA ADMINISTRACIÓN para LIDERAR esta TRANSICIÓN ECOLÓGICA actualizando el MARCO NORMATIVO que INCORPORE PRINCIPIOS DE JUSTICIA CLIMÁTICA y los INCENTIVOS NECESARIOS para ACOMPAÑAR este proceso y garantizar EL CAMBIO DE MODELO.
  5. CASTILLA y LEÓN posee RECURSOS INFRA APROVECHADOS por lo cual es necesario aumentar las capacidades de gestión territorial desde un enfoque de colaboración público privada para aumentar su MOVILIZACIÓN de FORMA SOSTENIBLE incorporando y fortaleciendo las capacidades digitales y de INNOVACIÓN y DESARROLLO para agregar valor, ATRAER TALENTO y que TANTO el VALOR AGREGADO como el TALENTO se ASIENTEN EN EL TERRITORIO
  6. La INDUSTRIA EXISTENTE Y LA QUE DEBE CREARSE puede DESPLEGAR SU POTENCIAL de la MANO DE LA BIOEOCONOMÍA CIRCULAR a través del desarrollo de productos SOSTENIBLES reemplazando el concepto de RESIDUO por el de RECURSO. Para esto es necesario la construcción de sinergias que favorezcan el aprovechamiento de subproductos de una empresa como materia prima de otra (simbiosis), sumando la adaptación del marco normativo para el aprovechamiento de biorresiduos tanto para el desarrollo biofertilizantes como para sustituir materias primas críticas no renovables por bioproductos y la necesaria FORMACIÓN y TRANSFERENCIA de conocimiento especialmente al sector primario, tanto para el DESARROLLO como para la UTILIZACIÓN de estos productos de origen biológico
  7. El desarrollo de la bioeconomía requiere una fuerte apuesta del SECTOR PRIVADO para superar BARRERAS TECNOLÓGICAS, LEGALES y DE MERCADO y muy en particular para INCORPORAR personas con diferentes niveles de formación, contribuyendo a la ADAPTACIÓN de la misma para las necesidades del sector, considerando ESPECIALMENTE a LA FORMACIÓN PROFESIONAL
  8. La INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN en procesos, productos y modelos de negocio son esenciales en el desarrollo de la bioeconomía, por lo que se requiere un MARCO ESTABLE Y ESTRATÉGICO que potencie un tejido innovador en el que formen parte empresas, centros tecnológicos y universidades como elementos clave 
  9. Las PERSONAS SON el CENTRO: por lo cual debemos exigir y ser capaces de ASUMIR EL COMPROMISO COMUNITARIO para la CONSTRUCCIÓN de políticas equitativas, que GARANTICEN la IGUALDAD DE GÉNERO, la COHESIÓN TERRITORIAL, LA FORMACIÓN y DIGNIFICACIÓN DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO especialmente para las MUJERES y los JÓVENES garantizando una MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA INTEGRAL.

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