Luis comenzó a trabajar desde muy joven, ya que a los 14 años ayudaba en la sastrería con su padre, aunque no terminó de llamarle la vocación para dedicarse a este oficio paterno. Prefirió trabajar en la industria durante su juventud y posteriormente entró a formar parte de la plantilla de Caja Rural de Soria, donde desempeñó la tarea de cajero, atendiendo al público.
En su pueblo, Almenar, todo el mundo lo recuerda como una persona muy trabajadora y amiga de sus amigos. Fue el juez de Paz del municipio durante más de 15 y medió en conflictos entre vecinos. Se casó con Dña. Natividad Juana y tienen dos hijos y una hija, uno residiendo en el mismo pueblo, el otro en Zaragoza y la hija en Barcelona; todos han acudido a la celebración del centenario de su progenitor.
Una de sus grandes pasiones ha sido siempre la caza y el cuidado de sus perros a los que dedicaba muchos ratos de su tiempo libre. Tras jubilarse amplió sus aficiones y se dedicó más a trabajar en el huerto, además de salir a pasear por las inmediaciones del pueblo. De hecho, todas estas actividades, las ha realizado hasta los 93 años, pues por problemas de salud, necesita oxígeno y las ha tenido que ir dejando.
Familiares, amigos y vecinos se han dado cita en la celebración del centenario de Luis que ha recibido de manos de la diputada de Servicios Sociales, Eva Muñoz, una placa conmemorativa y el pergamino que recoge su acta de nacimiento.
Por parte de la corporación ha acudido el alcalde de la localidad, Amancio Gallego, que le ha hecho entrega de un ramo de flores como obsequio y ha querido destacar en el acto que Luis Sanz es una persona muy querida en el pueblo y que tiene una memoria privilegiada, es: "una enciclopedia de todo los que ha ocurrido en Almenar".
