Las tiendas online y la venta de servicios vía Internet están creciendo a un ritmo vertiginoso, sobre todo desde el confinamiento a causa de la pandemia global. Desde tiendas de muebles, pasando por tiendas de cosméticos y de coleccionismo hasta empresas de traslados de pasajeros, como por ejemplo Málaga Transfers, se adaptan a una nueva forma de ofrecer su asistencia a los consumidores finales.
Tal es el cambio en los hábitos de compra de los españoles que las encuestas confirman que un alto porcentaje de los españoles asegura que seguirá comprando online incluso cuando haya pasado la pandemia. La asiduidad del consumo se sitúa en torno al 27% de los encuestados que compran una vez a la semana y un 34% que lo hace una vez al mes, datos obtenidos de la II Encuesta Anual de los Consumidores Españoles online.
Qué sectores salen más beneficiados del eCommerce
Si bien hay un sector que se lleva el mayor porcentaje de las compras, que es el sector electrónico, otros sectores como el de la moda, el material deportivo y los libros también consiguen una buena cuota de mercado.
Ahora bien, nada está exento del furor de las compras online, incluso los dormitorios juveniles para niño encabezan resultados de búsqueda sorprendentes. Ya no es necesario desplazarse a los establecimientos de mobiliario a escoger el modelo más apropiado. En lugar de coger el coche e ir recorriendo en peregrinación las diferentes tiendas de muebles, es mucho más cómodo consultar sus páginas web y elegir el dormitorio que más mejor encaje en los gustos y presupuesto familiar.
Lo mismo ocurre con las parafarmacias y la cosmética en general, las ventas online han subido de forma vertiginosa a partir de la pandemia global. Dentro de este sector, si lo que se busca, por ejemplo, es una tienda de cosméticos naturales, nada más sencillo que sentarse cómodamente en casa delante del ordenador o el móvil y encontrar los mejores productos, hacer el pedido y recibirlos tranquilamente en casa.
Que de lo que se trata es de fomentar algún pasatiempo para mantenerse ocupado durante las horas libres, pues nada mejor que los juegos de mesa o el coleccionismo. Ambos son hobbies que se pueden compartir y disfrutar en familia, como por ejemplo numismática española, figuras de acción, medallas, chapas, fichas o Tokens. Todos ellos elementos coleccionables ideales tanto para adultos como para los más pequeños de la casa.
Ahora bien, no todos los grupos de edad consumen por igual y en los mismos portales, de hecho, hay marcadas diferencias generacionales en el mundo de las compras por internet.
Cómo compran los españoles según su edad
Si se analizan los datos de los compradores nacidos entre 1994 y 2010, es decir, los más jóvenes, más de la mitad de este grupo prefiere hacer sus compras a través de internet. Sin embargo, es la generación que más problemas ha tenido para acceder al mercado laboral durante la crisis de la COVID-19 por razones obvias. Por otro lado, es una generación cien por cien digital, con lo que usa múltiples plataformas y dispositivos y se mueve según las modas o costumbres del momento. En este sentido, fidelizarlos se hace más complicado.
Si se tiene en cuenta en cambio el comportamiento de los millennials, la población de entre 27 y 39 años, más de la mitad consume moda, electrónica y material deportivo a través de tiendas online. También son los que más delivery utilizan, a pesar de que una buena parte de este grupo poblacional perdió su empleo durante el pasado año.
Las personas de entre 40 y 51 años, también conocidas como la generación X, son más prudentes a la hora de entregarse al mundo digital. No obstante, los productos que más compran vía online son principalmente electrónica e informática, electrodomésticos, moda y también alimentación. A pesar de su desconfianza un alto porcentaje se muestra fiel a las compras online y asegura no dejar de utilizar este método una vez superada la pandemia.
Por último, los nacidos entre 1949 y 1969, los baby-boomers, un sector de la población que ha tenido que adaptarse rápidamente a estos nuevos hábitos de consumo a pesar de sus reticencias. En este caso, más de la mitad de ellos tiene la firme intención volver a las formas de consumo tradicionales en cuanto sea posible. Es lógico si se tiene en cuenta que no han tenido la formación tecnológica suficiente y muchos encuentran poco fiable dar sus datos personales y bancarios a través de internet.
En conclusión, la sociedad se encamina claramente hacia un mundo totalmente digitalizado, no solo en los hábitos de consumo, sino también en otros aspectos del día a día que cambiarán la realidad tal y como la conocemos mediante los avances en la genética, la inteligencia artificial, la robótica, el big data, la impresión de cualquier material y cómo no las redes sociales.
