El 14 de septiembre de 1997, tercera fecha del Torneo Apertura argentino, enfrenta en La Bombonera a Boca Juniors con Newell's Old Boys. El partido termina con triunfo 2-1 de los xeneize ante los rosarinos.
El primer gol del partido, en el minuto 40, lo mete Diego Armando Maradona, de penalti, nada menos que ante el arquero Goycochea, su viejo compañero de selección y otro de los grandes iconos del Mundial de 1990.
Maradona, con el interior del pie, dispara a su izquierda, engañando una vez más a su portero rival, en un duelo psicológico delantero-arquero como pocas veces antes podría haberse imaginado en un duelo penal.
Aquel fue el último gol de Maradona, a punto de cumplir los 37 años. A partir de entonces, el astro solo jugó cuatro partidos más. El último fue nada menos que un River-Boca en el Monumental, con triunfo de Boca 1-2. Maradona fue sustituido en el minuto 46 por Riquelme, pues ninguna carrera futbolística ha estado tan llena de símbolos como la suya.
Ese Torneo Apertura lo ganó River con 45 puntos frente a los 44 de Boca, un puntaje nunca alcanzado por un subcampeón en un torneo de corta duración en Argentina.
Y entonces, ¿qué tiene que ver el Club Deportivo Numancia en ese último gol de Maradona, el 345 de su carrera?
Ese 14 de septiembre de 1997, en el citado minuto 40, Martín Palermo lanza un largo pase desde la izquierda al área. El balón va hacia Maradona. Para que el 10 de Boca no pueda controlar, el defensa de Newell's se lanza a por el balón con el pecho... y con el brazo. Al final, le da más con el brazo, y el árbitro Pascualino decreta el penalti.
Ese brazo infractor pertenece a Daniel Fagiani, posteriormente jugador del Valencia, Atlético de Madrid, Tenerife... y Numancia. En el equipo soriano jugó dos temporadas a muy alto nivel. En la segunda, la 03-04, el lateral izquierdo fue uno de los artífices del segundo y penúltimo ascenso numantino a Primera división.
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