Este viernes se ha celebrado el día de Instituciones Penitenciarias, Nuestra Señora de la Merced, en esta ocasión en el Nuevo Centro Penitenciario de Soria, donde el traslado de los definido será en otoño, en una única jornada donde se trasladarán los 160 internos.
En el marco del día de la Merced, se han disputando diversas competiciones de juegos de mesa en el centro, además se ha organizado un concurso literario. El texto ganador, sobre qué tipo de sociedad seremos tras la crisis sanitaria, ha sido leído en el acto, que ha finalizado con una visita a una exposición fotográfica que recoge diversos momentos de la construcción del viejo centro de la calle Marques de Saltillo y del nuevo, en la calle Calzada Romana del barrio de Las Casas.
EJEMPLO DE INSERCIÓN
El subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, ha manifestado que “el Centro Penitenciario de Soria es un magnífico ejemplo de reinserción social puesto que el 62,5% de los 160 internos que hay a día de hoy realizan algún trabajo bien en los talleres productivos o bien en destinos como la cocina, mantenimiento, lavandería o limpieza. Además, el 33% está estudiando”.
El subdelegado, en su alocución, ha tenido palabras de recuerdo para el funcionario Lucas Fernández, fallecido como consecuencia de la covid-19. Su viuda y su hija han estado presentes en el salón de actos del nuevo centro penitenciario.
MEDALLAS Y RECONOCIMIENTO
El subdelegado del Gobierno ha entregado las medallas de bronce al Mérito Penitenciario concedidas a las ATS del centro por el papel que vienen desempeñando durante la pandemia. Además, también se ha entregado un reconocimiento a Concha Zurdo, la nueva directora, por su participación en el diseño del Programa de Intervención en Delitos Económicos (PIDECO).
Para Latorre, la buena gestión de este establecimiento se explica con cifras muy concretas. De los 160 internos que a día de hoy tiene el centro penitenciario de Soria, 100 trabajan en los dos talleres de empresas sorianas que alberga la cárcel (Fico y Huf), 68, y 32 en los distintos destinos del propio edificio. Es una proporción, el 62,5% por ciento, que está por encima de la media de los establecimientos penitenciarios españoles.
También ha destacado que 53 internos, el 33%, están estudiando en el centro. La mayor parte, 46, realizan cursos de enseñanzas iniciales, alfabetización, consolidación y Educación Secundaria Obligatoria gracias a 4 profesores del Centro de Adultos Celtiberia a los que la que el subdelegado ha agradecido “su profesionalidad y buena disposición”. Hay 8 que cursan estudios superiores a través de la UNED en materias como Derecho, Filología Inglesa o Antropología, entre otras.
En el centro penitenciario se realizan programas de tratamiento para combatir la adicción a las drogas. 42 internos reciben apoyo psicosocial a través de Cruz Roja y 4, servicios médicos dentro del programa de metadona. Es el más importante, pero también se desarrollan programas contra el alcoholismo (5 internos a través de Alcohólicos Rehabilitados de Soria – ARESO-), contra las conductas violentas, de autoconocimiento o de preparación para los permisos (8 a través de Caritas), entre otros.
Se gestionan igualmente los trabajos en beneficio de la comunidad como penas y medidas alternativas. Hay 52 personas realizando estos trabajos en diferentes entidades de la provincia, fundamentalmente ayuntamientos y Cruz Roja.
NUEVO CENTRO PENITENCIARIO
La directora del Centro Penitenciario de Soria ha señalado que durante este otoño concluirá el traslado desde el establecimiento que va a cerrarse. En cuanto a los trabajadores del centro, actualmente hay 146, de los cuales 113 son funcionarios de carrera y otros 33 son funcionarios en prácticas.
Igualmente ha señalado que se está trabajando en la contratación de un cocinero en tanto se resuelve el concurso convocado para cubrir diez plazas de personal laboral y ha recordado que la Oferta Pública de Empleo recogerá 98 nuevos puestos de funcionario de Instituciones Penitenciarias, tal y como se anunció desde Administraciones Públicas.
En cuanto a la adaptación de los funcionarios, ha señalado que hay trabajadores que solo conocen la estructura del año 1960 mientras que hay otros empleados públicos que ya han trabajado en centros tipo similares. La adaptación se está realizando de forma progresiva para familiarizarse con los sistemas, con cursos específicos en nuevas tecnologías.
