La Diócesis apunta que las cuatro religiosas de Berlanga pasarán al convento de Ágreda por su avanzada edad

Con fecha 12 de abril de 2021 la Orden de la Inmaculada Concepción solicitó a la Santa Sede la supresión del convento de Berlanga de Duero tras 500 años en la localidad

Con fecha 12 de abril de 2021 la Orden de la Inmaculada Concepción solicitó a la Santa Sede la supresión del convento de Berlanga de Duero y la incorporación de sus cuatro religiosas al que la misma Orden tiene en Ágreda. Las razones esgrimidas fueron el reducido número de monjas, su edad avanzada y su delicado estado de salud, según han informado desde la Diócesis de Osma-Soria.

La Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica, vista la súplica de la Orden, decretó con fecha 1 de junio de 2021 la fusión de ambos monasterios, Ágreda y Berlanga, y la consiguiente supresión de este último.

El monasterio de la Purísima Concepción de Berlanga de Duero, desde su origen en 1547, ha estado presente en la vida de Berlanga de Duero, pueblo religioso y de gran pasado medieval. Discretamente, desde un servicio sencillo y silencioso, las monjas han acompañado espiritualmente el devenir histórico de sus vecinos, manteniendo una muy buena vecindad y relación familiar.

En estos más de cuatro siglos y medio, se han creado muchos vínculos entre la comunidad de contemplativas y las familias de la localidad y comarca. Durante todo este tiempo, las monjas se han esforzado por cumplir la misión que la Iglesia encomienda a las contemplativas: con una vida de oración, penitencia, trabajo y fraternidad, presentar a los hombres y mujeres de hoy la belleza del carisma concepcionista franciscano. Pero desde hace ya algunos años, la avanzada edad de las monjas, su situación de enfermedad, unido a la falta de vocaciones, están haciendo imposible el desarrollo normal de sus compromisos.

En la misa de despedida de las monjas celebrada en su capilla la tarde de ayer, 29 de julio, el Sr. Obispo manifestó su pesar por la falta de vocaciones a la vida religiosa en nuestra Diócesis, al tiempo que expresaba su solidaridad con el sufrimiento de la Orden de la Inmaculada por tener que suprimir este monasterio y su agradecimiento por la acogida que dispensarán a las monjas sus hermanas del convento de Ágreda.

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