Una parada en el camino. Hoy por la N-234 rumbo a Teruel, visitando las ruinas de la Celtiberia

Este yacimiento se encuentra en una zona elevada que ofrece una panorámica espectacular del valle del Jalón y sin apenas desviarse de la N-234

Soria es una provincia habituada a viajar, bien por motivos educativos, sanitarios, administrativos, deportivos, comerciales o familiares y, cómo no, turísticos. Ante la carencia de una gran oferta de transporte público que conecte a la ciudad con otras capitales de provincia, los conductores sorianos deben discurrir por algunas de las principales vías de comunicación como son la N-111 para ir a La Rioja, la N-234 para desplazarse a Burgos o Teruel, la N-122 para desplazarse a Valladolid o Zaragoza, la N-113 a Pamplona, sin olvidar la A-11 que pone rumbo a Guadalajara o la N-11o hacia Segovia. De hecho, en buena parte de estas vías, por no decir en todas, los conductores sorianos tienen paradas recurrentes en diferentes establecimientos hosteleros que permiten descansar y hacer los viajes más amenos. En este monográfico, este es el tercer episodio que intenta trasladar propuestas turísticas sin apenas desviarse de la ruta, todas ellas fuera de la provincia, para contribuir a estirar las piernas en los próximos viajes, sean vacacionales o no. Leer parada 1, Leer parada 2 y Leer parada 3

En esta ocasión vamos a proponer una visita arqueológica a la ciudad celtíbera y romana de Bilbilis, situada a seis kilómetros de Calatayud pero aún más próxima a la carretera N-234 que une esta localidad con Soria. El camino es de una hora y diez minutos de viaje tras 97 kilómetros de recorrido. Justo antes de llegar a Calatayud, hay que tomar el desvío Calatayud-Embid de la Ribera y, en la rotonda, ya está señalizado el yacimiento junto al cementerio y Embid de la Ribera. Después de dejar atrás el cementerio hay una recta y al final hay que estar un poco atentos para ver el cartel a la izquierda que señaliza el yacimiento. Lo mejor es dejar el coche junto al edificio de recepción y subir andando hasta llegar al yacimiento unos 750 metros después. 

En cuanto al yacimiento, que comenzó a excavarse en 1917, el visitante pronto detectará que, como en otros muchos lugares, hay una cierta sensación de abandono y, de hecho, no cuenta con un horario prestablecido, por lo que es posible acceder cualquier día del año sin encontrarlo cerrado. No obstante, se han instalado carteles informativos e incluso es posible descargar una aplicación para conocer desde el dispositivo móvil más información. También desde el ordenador hay recreaciones.

Los restos más antiguos de la ciudad son celtibéricos, pero en general, las ruinas que se pueden apreciar son de época romana, destacando un pequeño teatro. También es fácil distinguir las termas, que se encuentran en la parte superior de una ciudad desarrollada en las terrazas de una zona de grandes pendientes. La zona del foro está protegida y cubierta con una edificación actual, que ofrece un balcón espectacular al valle del Jalón, permitiendo comprender por qué se eligió este asentamiento para construir la ciudad. Precisamente uno de los hitos de este yacimiento está en la ingeniería hidráulica desarrollada para hacer llegar el agua a cotas tan altas, de hecho, como se ha comentado, las termas están en una zona elevada y hay numerosas cisternas, de momento, contabilizadas 69. Para ello, los romanos pusieron en práctica su famoso e ingenioso sifón invertido. Información del yacimiento. También es posible solicitar visitas guiadas en la oficina de turismo de Calatayud. Información municipal del yacimiento

Se trata de un yacimiento lleno de historia que, seguro, todavía tiene muchos secretos por descubrir y que, encontrándose tan cerca de la carretera que conecta con Soria, se convierte en una excusa perfecta y especial para conocerlo estirando las piernas en alguno de sus viajes, bien hacia Teruel o bien hacia Zaragoza, para aquellos que eligen esta ruta para desplazarse a la capital maña.

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