Daniel Mateo, la culminación olímpica de una carrera de más de dos décadas

El soriano correrá el maratón de los Juegos en la medianoche del sábado 7 al domingo 8 de agosto, en la ciudad de Sapporo
Fotos: Concha Ortega

A pesar de haber cumplido los dos requisitos solicitados para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio (mínima en Rotterdam, décimo puesto en el Mundial de Doha), y a pesar de haber sido confirmado en la preselección por la RFEA el pasado 5 de abril, no fue hasta este viernes 2 de julio cuando Daniel Mateo Angulo (31-8-1989) celebró de verdad su clasificación para estos Juegos.

Como reconocía esta semana, al ser algo tan importante en su vida como atleta, como profesional y como persona, la inquietud era proporcional, a pesar también de haber demostrado siempre que ha tenido ocasión estar en forma para firmar un buen papel en tierras japonesas: el maratón de Valencia de diciembre con su gran marca de 2h08.22, el récord de España de la Hora conseguido en abril en La Nucía con un recorrido de 20.593 metros y, sobre todo y aunque menos mediático, el test de lactatos al que se sometieron los maratonianos españoles la semana pasada en la localidad tarraconenses de Amposta.

Superado este último test, la RFEA confirmó en la prueba masculina de maratón a Ayad Lamdassem, Javier Guerra y Daniel Mateo. Ese viernes 2 de julio, igual que Marta Pérez e igual que varios atletas de la delegación olímpica, el deportista de Nike colgó una foto en sus redes sociales de cuando era un niño, con apenas 11 años en el cross de Los Llamosos, y estar en unos Juegos no era ni siquiera una posibilidad que se pudiera contemplar.

20 años después, ese sueño olímpico se cumplirá el próximo domingo 8 de agosto a las 7.00 de la mañana hora local en Sapporo, siete horas más tarde en España: a las 24.00 horas del sábado 7 de agosto. Nadie tiene excusa, por tanto, para no trasnochar un poquito ese día permaneciendo más de dos horas frente a la pantalla del televisor.

¿Y qué se van a encontrar los aficionados que sigan las evoluciones de ese maratón masculino? Lo primero, la ciudad de Sapporo, ya que para evitar situaciones como la del calor de Doha se decidió cambiar la sede del maratón, de Tokio al norte del país, a la isla de Hokkaido. Lo segundo, algún atleta escapado en los primeros kilómetros buscando, más que una sorpresa, algo de protagonismo. Ese no será Daniel Mateo. Lo tercero, un gran grupo de atletas originarios del oriente africano entre los cuales presumiblemente se van a jugar la victoria olímpica y del cual se van a ir descolgando poco a poco algunos de ellos.

Y por último, se verá a un Daniel Mateo un poco a la expectativa de cómo salga esa carrera, pero sin por ello perder ambición. "Si en Doha terminé décimo, en los Juegos me gustaría hacer algo parecido, rondar el puesto de finalista (ocho primeros, diploma olímpico)", explica el pupilo de Enrique Pascual Oliva. El técnico de Brías le dará las últimas indicaciones según se acerque ese 8 de agosto, a la espera también de cómo de rápida se mueva la carrera en sus momentos iniciales. Lo que tiene claro es que no entrará a los posibles cambios de ritmo en esos momentos y que "estar en los Juegos no es solo un premio, sino que la intención es competir al 100%".

Lo importante es que el trabajo está hecho y sigue haciéndose. El adnamantino recuerda lo bien que fue todo en la preparación hacia el Maratón de Valencia, así que entiende que apenas se hayan hecho cambios en este camino hacia Sapporo, "alguno pequeño, pero la estructura es la misma que para Valencia". Su media genérica de entrenamientos es de 200 kilómetros a la semana con picos de hasta 215.

Hoy martes viaja a Ibiza para entrenar una semana teniendo mayor sensación de humedad. Ya estuvo también cinco días en Valencia, la segunda semana de junio, con ese mismo objetivo, algo que repetirá a otro nivel cuando vuelva a Soria, entrenando junto a la piscina cubierta como ya hizo para Doha. Previamente, a principios de mayo, estuvo en la altitud de la localidad francesa de Font-Romeu, justo antes de comenzar la preparación cien por cien específica para el maratón de Sapporo.

De hecho, desde Font-Romeu viajó hasta Ibiza para correr un 3.000, donde consiguió su mejor marca, 7:57.30, en esta distancia tan aparentemente lejana a lo que es el maratón.

Poco después de esa carrera en Ibiza (última vez que se puso un dorsal), arrancaron esas semanas de trabajo enfocado de manera muy concreta a Sapporo.

Aún no sabe exactamente cuándo saldrán para tierras de Japón. Necesitan unos días de adaptación al cambio horario y de adaptación al clima. En principio, nada más llegar se quedará en la Villa Olímpica de Tokio, de la que no podrá salir por la situación pandémica actual, antes de viajar al norte, hacia esa isla de Hokkaido, nueva estación en una larga carrera deportiva que arrancó en lugares como Los Llamosos hace dos décadas y que continúa acumulando ciudades y competiciones, siempre en compañía de los suyos.

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