Un 80% de la plantilla de BBVA en la provincia de Soria ha secundado la huelga convocada ayer 2 de junio en todo el territorio nacional, contra los despidos previstos por la entidad. Se cerraron las oficinas de Almazán, San Leonardo y Soria‐Calle Las Casas, permaneciendo la oficina principal de Soria abierta; pero casi con la totalidad de su plantilla ausente.
El exiguo personal de BBVA en Soria, cuya plantilla ha sufrido una dramática reducción en los últimos años, ha salido de nuevo a la calle, lo que no ocurría desde las huelgas de 1980, en defensa de sus empleos y del mantenimiento de los estándares de calidad en la atención al cliente, que siguen en descenso y que el último ERE anunciado por la entidad, que prevé despedir más de 3.700 personas en toda España, amenaza con deteriorar aún más.
Ni las condiciones ofrecidas por la empresa ‐ que no contemplan siquiera la voluntariedad en las salidas ‐ ni el cierre previsto de oficinas, ni la situación en que van a quedar las que permanezcan abiertas, convencen a la plantilla. En España el seguimiento de la huelga se estima en un 70%, y los empleados se han concentrado ante las oficinas principales, incluida la de Soria, a las 11 horas.
BBVA, la entidad que en su día se formó por fusión de BBV con Argentaria, y que disponía de un tejido financiero que incluía entidades que, como Caja Postal, extendían su servicio hasta el último rincón del país, ha ido reduciendo su red de oficinas y su servicio hasta llegar a la situación actual, que amenaza con mermar aún más su red.
