El Ingreso Mínimo Vital llega en mayo a 177 hogares sorianos en los que viven 407 personas

Del total de beneficiarios sorianos, 249 son adultos y 158, menores. La media de edad de los titulares es de 46 años. Además, 191 son hombres y 216, mujeres La cuantía media de la prestación por hogar es de 423 euros

El Ingreso Mínimo Vital (IMV) llega este mes a 260.000 hogares en los que viven más de 680.000 personas, de las que más de 276.000 son menores. La nómina correspondiente a mayo será de 195 millones de euros. En SOria, llega a 177 hogares en los que viven 407 personas. Del total de beneficiarios sorianos, 249 son adultos y 158, menores. La media de edad de los titulares es de 46 años. Además, 191 son hombres y 216, mujeres La cuantía media de la prestación por hogar es de 423 euros

En concreto, en España, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) abonará próximamente 260.206 prestaciones a hogares en los que viven 682.808 personas.

De media, cada unidad de convivencia que ha sido reconocida como titular del Ingreso Mínimo Vital está formada por 2,62 personas. Del total de hogares beneficiarios, el 61% del total (más de 160.000) cuentan con menores. Entre ellos, la nómina de mayo se abonará a 73.301 hogares monoparentales (el 28% del total) y a 87.403 hogares no monoparentales con menores (el 33% del total), lo que indica la incidencia que está teniendo esta prestación en la reducción de la pobreza infantil.

La prestación media reconocida asciende a 448 euros al mes. El Ingreso Mínimo Vital garantiza un nivel de renta mínimo, cuyo umbral varía en función del tipo de hogar contabilizando los ingresos preexistentes, si existen, con excepción de las rentas mínimas de las comunidades autónomas. El umbral de renta garantizada oscila entre los 470 euros al mes (el equivalente a una pensión no contributiva) para un hogar unipersonal y los 1.033 euros al mes para unidades de convivencia formadas por dos adultos y tres o más menores o tres adultos y dos o más menores o por cuatro adultos y un menor.

Por edades, de media, los titulares del Ingreso Mínimo Vital tienen 44,32 años. El grupo más numeroso son las personas entre los 36 y los 45 años, que superan el 34% del total. Reducir la pobreza infantil era uno de los grandes objetivos de la puesta en marcha de la prestación. En mayo, casi el 44% de las personas que viven en hogares titulares de la prestación son menores y más del 60% de las unidades de convivencia a las que se les abonará la nómina de mayo tienen al menos a un menor en ellas.

Este hecho hace que, si se tiene en cuenta a todos los miembros de las unidades de convivencia, la edad media se sitúe en 26,68 años y, excluyendo a los titulares, en 19,04 años. Casi uno de cada tres hogares es monoparental.

Por género, más del 70% de los titulares de la prestación son mujeres y también son mayoría entre los beneficiarios, con 316.163 mujeres que forman parte de las unidades de convivencia que reciben el Ingreso Mínimo Vital.

En concreto, hasta el pasado viernes, el INSS ha recibido 1,32 millones de solicitudes válidas desde que se puso en marcha la prestación, hace nueve meses.

De ellas, casi 1,1 millones, más del 81% del total, se han tramitado, con 276.000 prestaciones aprobadas y 700.000 denegadas. Otras 65.000 están en proceso de subsanación, es decir, que se ha solicitado al solicitante o a alguna administración alguna información para completar el expediente.

En esta nómina se incluyen por primera vez beneficiarios del País Vasco que han sido reconocidos sin necesidad de presentar solicitud a través de la pasarela de reconocimiento en bloque que el INSS ha puesto a disposición de las comunidades autónomas. En los meses anteriores esta pasarela, que está a disposición de todas las autonomías, ya fue utilizada por Aragón y Navarra.

En su mayoría, las denegaciones se han producido por no cumplir el criterio de vulnerabilidad (al superar los umbrales de renta y patrimonio), aunque un 10% de las denegaciones se deben a la falta de acreditación de la unidad de convivencia, para lo que en enero se realizó una modificación normativa para que los trabajadores sociales y entidades colaboradoras del Ingreso Mínimo Vital puedan realizar la acreditación y facilitar el reconocimiento de situaciones de convivencia no convencionales.