El depósito de Ribarroya: un gran balcón y una gran infraestructura hidráulica

Inaugurado hace ahora 20 años, esta obra inconfundible abastece con el agua del Duero a 23 pueblos, pero tendría capacidad para hacerlo con medio centenar
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Una de las imágenes más características del Campo de Gómara es el gran depósito de agua de la localidad de Ribarroya. En realidad hay dos. Hay uno cilíndrico, más habitual en otras localidades, ya en desuso. Y hace 20 años se terminó de construir el segundo, una gran infraestructura inaugurada el 9 de febrero de 2021 por el presidente de la Junta de Castilla y León, el soriano Juan José Lucas. La inversión fue de 227 millones de pesetas, 1,36 millones de euros.

Nada más ser inaugurado, el depósito pasó a ser gestionado por la Mancomunidad del Campo de Gómara, como sigue ocurriendo todavía. ¿Por qué se hizo en Ribarroya? En una de sus curvas, el río Duero llega justo al pie de esta localidad. El millón de litros de agua que puede acoger vienen en su totalidad del gran río. Desde él, hay tres bombeos: uno primero del río a un decantador situado a unos metros del depósito, uno segundo del decantador a la 'planta baja' de la infraestructura, y el tercero desde aquí a la parte alta. Este gran vaso, el más elevado, tiene una profundidad de algo más de cuatro metros, cuando el nivel del agua baja a tres, el sistema de bombeo se automatiza para volver a sacar agua del río y llenar el vaso.

Gracias a la altura a la que se encuentra Ribarroya, y gracias a estos metros de más del depósito, la mayoría del agua llega por su pie a los 23 núcleos de población que en la actualidad se abastecen, en su totalidad o en parte, del río Duero a través de este depósito. Son los siguientes:

Primer ramal: Ribarroya, Aldealafuente, Cabrejas del Campo, Candilichera, Almenar, Jaray, Castejón del Campo, Cardejón, Peroniel, Esteras de Lubia. Segundo ramal: Tapiela, Torralba de Arciel, Gómara, Abión, Ledesma de Soria, Zamajón, Villanueva de Zamajón, Sauquillo de Boñices, Tejado, Castil de Tierra, Nomparedes, Torlengua, Fuentelmonge.

Algunos de ellos pertenecen a la Cuenca Hidrográfica del Ebro gracias a los acuerdos entre administraciones.

El alcalde de Gómara y presidente de la Mancomunidad, Juan Carlos Gonzalo, explica que el gran tamaño que eligió la Junta para hacer esta obra vino motivado por la intención inicial de abastecer a más localidades, algunas de ellas bastante lejanas.

Esa intención no se materializó finalmente, pero Gonzalo recuerda que con la capacidad del depósito de Ribarroya, apoyada por otros depósitos intermedios, se podría llegar a dar agua potable de calidad a alrededor de medio centenar de localidades. Para dos de ellas, Aliud y Bliecos, no sería necesaria mucha inversión, pues se encuentran cerca de las actuales canalizaciones.

Para todas las demás, sin embargo, sí haría falta mayor presupuesto tanto para completar esa canalización como para el propio mantenimiento del depósito de Ribarroya. En la actualidad, dicho mantenimiento lo realiza la Fragua de Aldealafuente. La parte más atractiva de este depósito, la gran 'copa', solo es visitada de vez en cuando por los responsables de la Fragua. Desde allí se tienen unas vistas espectaculares del Duero y del Campo de Gómara como puede apreciarse en las imágenes tomadas en la tarde de este miércoles. Para llegar ahí, es necesario subir por una escalera de gato de varios metros encajada en un estrecho cilindro.

Los trabajos agrícolas de toda esta comarca poco a poco van añadiendo productos químicos a la tierra. Hace tres años, la captación de agua de Almenar superó la concentración de nitratos permitida por la legislación. Por ello, esta localidad recibe ahora agua de Ribarroya y la mezcla con la suya propia, para reducir dicha concentración y que sea apta para el consumo humano. El agua ya sale de Ribarroya clorada, si bien en el trayecto parte del cloro se evapora y al llegar a los pueblos es necesario reaportarle esa pérdida.

En previsión de que ese mismo problema de Almenar pueda repetirse en otros pueblos, la solución pasaría por ampliar la red de canalizaciones para abastecer a otros pueblos desde Ribarroya. Para ello, sin embargo, sería necesaria también la participación de instituciones de mayor peso como la Diputación o la Junta, dada la limitación de recursos de una mancomunidad.

Además de su gran importancia como infraestructura hidráulica, este depósito es un atractivo de Ribarroya dado que, como un gran faro, es visible desde muchos kilómetros a la redonda, confiriéndole a esta localidad una línea de horizonte inconfundible junto al viejo depósito y su cercana iglesia.

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