La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades anuncia que la nueva Ley de Atención Residencial regulará un avanzado sistema para certificar la calidad de los centros

Isabel Blanco visita las obras de la Residencia Puente Ladrillo, en Salamanca

La titular de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha visitado esta mañana junto al alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, las obras de la nueva Residencia de Mayores Puente Ladrillo y ha anunciado que finalizarán en el verano de 2022, lo que implica acelerar casi un año la ejecución del proyecto. En concreto, la duración de los trabajos de construcción se reducirá desde los 40 meses previstos inicialmente a los 30 estimados ahora.

La consejera ha indicado que este centro constituye un emblema de modernidad y un ejemplo de la transformación de los Servicios Sociales emprendida por su departamento para avanzar hacia un sistema de futuro más innovador, eficiente en la protección de los más vulnerables y acorde a las tendencias y parámetros europeos. Se trata de una infraestructura diseñada para consolidar la atención a la Dependencia 5.0.

Este renovado modelo de cuidados de larga duración se consagrará en una futura Ley de Atención Residencial, que regulará un avanzado sistema de certificación sobre la calidad de los centros. La norma propuesta –en cuya redacción sigue trabajando la Junta con la previsión de someterlo a la participación ciudadana en Gobierno Abierto a principios de abril–  incluirá una categorización de estas infraestructuras a partir de un conjunto de parámetros objetivos que se medirán de forma continua.

El sistema que se configure para evaluar los centros estará orientado a medir los resultados sobre los usuarios de los servicios en materia de calidad de vida y el respeto de sus derechos.

Para ello, se tendrán en cuenta la calidad de los centros y servicios sociales, así como la publicación de los informes; la investigación en el ámbito de los Servicios Sociales; el establecimiento de estandarización a través de instrumentos técnicos, así como la formulación de recomendaciones, guías, protocolos y directrices; las buenas prácticas; la gestión del conocimiento y de la Información (indicadores, datos estadísticos, comparaciones abiertas); la documentación, difusión y sensibilización; y la promoción de la innovación y el impulso de pilotajes en colaboración con los proveedores de servicios.

El texto normativo será, por tanto, garante de la calidad en la atención y protección a los más vulnerables, un principio que Isabel Blanco ha recordado como un compromiso prioritario del Ejecutivo autonómico desde el inicio de la legislatura, tal y como se ha venido reiterando.

Tres residencias de nueva construcción

La Residencia de Mayores Puente Ladrillo es la primera de titularidad de la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León que se construye plenamente adaptada al modelo de atención residencial que inspirará la citada ley, donde las personas ocupan el núcleo de las políticas sociales y reciben cuidados más individualizados, adaptados a sus necesidades y basados en sus preferencias e intereses.

La Junta invertirá 15,2 millones de euros en las obras de la infraestructura salmantina – y otros 2,5 millones en el equipamiento– financiados con presupuesto autónomo. Se trata de una de las tres residencias de nueva construcción que prevé ejecutar el Gobierno autonómico en esta legislatura.

Las otros dos se ubicarán en Ávila y en Zamora, y se sufragarán con una parte de los 150,74 millones de euros asignados a la Comunidad por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Comisión Europea para el periodo 2021-2023.

A este respecto, Isabel Blanco ha indicado que los fondos europeos van a permitir acelerar el proceso de modernización de los Servicios Sociales y consolidar la posición de vanguardia que ocupa la Comunidad por sus políticas de protección a los más vulnerables.

Los recursos se aprovecharán para modernizar infraestructuras, apartado donde se incluyen la construcción de los tres nuevos centros para mayores antes citados, la remodelación de otros existentes para su adaptación al nuevo modelo de atención y mejoras en otras instalaciones para el cuidado de menores. También se emplearán en la innovación de procesos y equipamientos, y en digitalizar trámites; todo ello con el reto de poder prestar una atención más cercana, a la carta de las personas más necesitadas, y universal en el amplio territorio autonómico.

Inversión de más de 19 millones en Salamanca

Las inversiones previstas en la provincia de Salamanca ascienden a 19,21 millones, incluyendo financiación con dinero autónomo. Con estos recursos se acometerán la construcción de la Residencia de Mayores Puente Ladrillo, la edificación de un nuevo centro de protección de menores y la remodelación de Los Molinos.

A la partida anterior hay que sumar las destinadas a la Dependencia 5.0, mediante la adquisición de tecnologías y el apoyo a proyectos de innovación, cuyos beneficios redundarán en la mejora de los cuidados a mayores y dependientes en el conjunto del territorio autonómico.

Ejemplos de ello son el despliegue de la Teleasistencia Avanzada, que desde el pasado 1 de enero es gratuita en toda la Comunidad, donde se integran la atención social y sanitaria para garantizar a las personas en situación de dependencia y a sus cuidadores nuevos servicios proactivos de apoyo y de seguimiento de la atención que reciben. Para su implementación son precisos dispositivos de detección de fuego y humo, de gas y monóxido de carbono, de fuga de agua, de situaciones de riesgo y emergencia fuera del domicilio (por ejemplo, para la geolocalización del usuario o su auxilio mediante dispositivos móviles), o para la dispensación controlada de medicación.

Junto a esto, se incorporarán al mapa de recursos públicos otras tecnologías nacidas de proyectos innovadores para favorecer la promoción del envejecimiento activo y de la vida independiente –como el andador inteligente o el inodoro asistido–, así como una iniciativa para la domotización de hogares de personas con discapacidad y proyectos piloto con robots para el apoyo a los cuidados.

Datos del proyecto de la Residencia Puente Ladrillo de Salamanca

El proyecto de la Residencia Puente Ladrillo de Salamanca, que esta mañana ha visitado la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, se levanta sobre una parcela de 13.800 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento de la ciudad. El edificio se estructura en un sótano (para instalaciones), una planta baja (que albergará el centro de día, cocina, lavandería, administración y dependencias comunes) y tres plantas que acogerán cuatro unidades de convivencia cada una.

De acuerdo con la redacción del proyecto, iniciado en enero de 2020, el centro contará con un total de 170 plazas –41 dobles y 88 individuales– para personas dependientes y otras 16 de estancias diurnas, además de plazas de convalecencia sociosanitaria –donde se prestan cuidados integrales para facilitar la recuperación de la salud–.

La distribución de las plazas se hará en unidades de convivencia, es decir, en espacios similares a pequeños hogares ubicados en el interior de las instalaciones. Su diseño, inspirado en el proyecto ‘En mi casa’, pretende favorecer que los usuarios continúen manteniendo su intimidad y el control de su vida como si se encontraran viviendo en su propio domicilio.

A esta residencia se incorporarán los trabajadores que actualmente prestan servicios en San Juan de Sahagún, aunque la puesta en marcha de las instalaciones conllevará un importante incremento de personal, al menos, de 50 empleados.

Distribución por plantas

En la planta baja se sitúa un gran vestíbulo, que sirve como espacio de comunicación entre espacios comunes (salas de estar, cafetería, salas de visitas, fisioterapia, terapia ocupacional, comedor y peluquería) y otros para servicios (cocina, lavandería y almacenes).

Desde este hall, se accede al centro de día, diseñado conforme al nuevo modelo de atención a personas dependientes. Dispondrá de una sala de estar-comedor, dos baños accesibles y compartirá la sala de fisioterapia y la sala de terapia ocupacional de la planta baja de la residencia.

En las plantas primera, segunda y tercera, se ubican los espacios comunes de las doce unidades de convivencia –cuatro por planta– y las habitaciones de los residentes.

La planta primera dispone de 54 plazas para personas dependientes organizadas de la siguiente forma: dos unidades de convivencia con 13 residentes cada una, (ubicados en 3 habitaciones dobles y 7 individuales); una unidad de 16 residentes (en 4 habitaciones dobles y 8 individuales) y una unidad de 12 residentes (en 3 habitaciones dobles y 6 individuales). Las plantas segunda y tercera cuentan con 58 plazas para dependientes cada una, organizadas en dos unidades de convivencia, con 13 residentes cada una, (ubicados en 3 habitaciones dobles y 7 individuales) y dos de 16 residentes (en 4 habitaciones dobles y 8 individuales).

El centro se comunica con el exterior a través de tres patios abiertos en la zona de las habitaciones. La cubierta de la planta baja será ajardinada, con acceso desde los espacios comunes de la planta primera y con plantas tapizantes que constituyen un tapiz vegetal, continuación de las zonas ajardinadas exteriores.

El recinto dispondrá, además, de un espacio destinado a aparcamiento, separado del edificio por puertas automáticas y control de acceso, como el resto de puertas de acceso a la parcela, evitando así cualquier posibilidad de libre circulación de los mayores sin el necesario control.

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