José Miguel Serrato: 50 años en Soria del hombre que cambió nuestro deporte

HISTORIAS DEPORTIVAS Basta un minuto al lado de José Miguel Serrato Tornero (Arcila (Marruecos), 05-06-1950) para descubrir su perenne sentido del humor y las mil anécdotas que atesora después de una vida ligada al deporte. Su llegada a Soria, en 1971, por lo que este año se cumplirán 50 años, cambió el deporte soriano para siempre, ya que sus conocimientos de voleibol permitieron que esta modalidad emergiera con fuerza hasta elevarse a la cima nacional e incluso internacional. La irrupción del voleibol soriano en la élite fue la base para crear un ecosistema deportivo que no ha dejado de crecer en varias disciplinas hasta ser toda una seña de identidad de la ciudad y la provincia. Sin embargo, su historia deportiva, en contra de lo que podría pensarse de forma superficial, va mucho más allá de una única disciplina.

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Nacido en el protectorado español de Marruecos, ya que su padre era militar, no tuvo una especial inmersión en la práctica deportiva durante sus primeros 13 años de vida. Al menos, nada reseñable más allá de dar patadas a un balón, juegos populares o simplemente corretear por las calles de Arcila, donde escaseaban las instalaciones y equipamientos deportivos. A los 13 años, su familia se traslada a Ronda (Málaga) donde tendría como profesor de gimnasia sueca a un maestro que influiría de forma determinante en su vida deportiva y del que guarda un cariño especial. Serrato recuerda que eran métodos bastante antiguos, pero cree que se desarrollaban capacidades como la coordinación que quizá el sistema actual de educación física no permite fomentar. Así comenzó su introducción en el atletismo, con modalidades como peso o longitud. En Ronda culminaría su formación para entrar en la universidad con 17 años y sin haber visto hasta entonces un solo balón de voleibol.

Con 17 años aterriza en la capital de España para cursar Educación Física. Sus magníficas condiciones físicas no pasaron inadvertidas para sus profesores, que no tardaron en intentar persuadirle hacia sus diferentes especialidades. Así, Serrato se encontró cursando sus estudios superiores mientras competía a nivel federado en atletismo, voleibol, balonmano y baloncesto. Sin duda, un gran nivel de exigencia que, sin embargo, José Miguel recuerda con cariño, ya que salía de un sitio y le estaba esperando otro entrenador en el siguiente escenario. La única forma de poder mantener tantos compromisos era porque le "apasionaba" la práctica deportiva. Además, la variedad de disciplinas le ayudó a mejorar y también en su faceta como profesor. Su capacidad atlética y de salto, iniciada en Ronda, hizo que despertara un especial interés para su entrenador de voleibol, siendo esta la disciplina que más le atrajo y en la que mejor rendimiento alcanzó, al menos, en cuanto a deportes de equipo se refiere, pues jugó en el Real Madrid, gran dominador de este deporte en nuestro país en aquellos años. No obstante, en atletismo firmó con Vallehermoso OJE, también otro de los grandes clubes del país.

Una vez finalizados sus estudios superiores y uno de los veranos de milicias, en septiembre de 1971 recala en Soria como profesor de Educación Física del colegio de los Padres Franciscanos, y a partir de entonces, lo ocurrido ya es historia del deporte soriano. Serrato recuerda que solo esperaba estar un año en Soria, pues pensaba volver a Madrid para continuar con la práctica deportiva en la que seguía progresando, pero la acogida que tuvo en Soria lo cambió todo, pues un año después se casaba y su mujer cambiaba también Madrid por el altiplano soriano.

Cuando llegó a Soria se encontró con un excelente aliado como Félix Gonzalo, si bien el nivel de voleibol existente en categoría masculina era bajo, y no hace falta que el protagonista comente la revolución que debió suponer en ese momento contar en Soria con un jugador que había vestido la camiseta del Real Madrid y ya había tenido también internacionalidades con España en categorías inferiores. A partir de ahí, el voleibol no dejaría de crecer hasta ganar la primera liga (esa que le hizo perder el bigote por única vez en 50 años) y sobre todo, con el subcampeonato de la Recopa de Europa ante Módena en Ginebra (Suiza). En este camino, José Miguel Serrato lo ha sido todo también para el voleibol español, especialmente como técnico nacional femenino y de las concentraciones permanentes masculina y femenina, más recientemente en el propio CAEP Soria.

Pero en este periplo, más conocido y documentado, José Miguel también ha mantenido la práctica del atletismo. De hecho, ya en Soria, logró su mejor marca en salto de altura, superando los 2,01, todo un hito en los años 70. Por entonces saltaba "a rodillo" y se caía en foso de arena, por lo que había que saber saltar y "también saber caer". Como anécdota, recuerda que saltó esa altura en la pista de ceniza del San Andrés y el saltómetro no estaba preparado para más de dos metros, por lo que tuvieron que ponerse "unos complementos". Por entonces era el responsable del atletismo soriano Ismael Caballero, tío de Adolfo Caballero, actual directivo de la federación regional de atletismo. Tras Vallehermoso OJE continuaría en grandes equipos como Scorpio de Zaragoza o Helios. Ya en sus últimos años como atleta veterano, donde también ha sido varias veces campeón de España, mantiene otro récord, en esta caso en lanzamiento de peso de veteranos.

 

Si durante su etapa universitaria estuvo federado en cuatro deportes, no es de extrañar que también multiplicara su actividad en Soria, como jefe de servicio de deporte de la Junta de Castilla y León en Soria, como concejal y, cómo no, en otras facetas deportivas, contribuyendo a la introducción del bádminton en Soria. También le ha atraído el ciclismo, haciendo el Camino de Santiago sobre ruedas desde Roncesvalles (Navarra) hasta Santiago, y la práctica del golf, que todavía disfruta esporádicamente. Ahora, como muchos otros amantes del voleibol amateur, espera que pase la pandemia para volver a buscar un nuevo título, esta vez más modesto, en la Liga Municipal, mientras sigue ligado a la Federación Española y a su querido CD San José.

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