COAG exige a Medio Ambiente que compense los ataques de buitres al ganado como ya hacen cuatro autonomías

Los ganaderos de la Comunidad de Castilla y León se han dirigido a Medio Ambiente con reclamaciones similares

Tras los ataques de los buitres a diferentes explotaciones ganaderas, COAG exige a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que contemple reparaciones para los ganaderos que sufran estos ataques, porque los casos de ataques de estos animales no son aislados. Esta organización ha podido saber que muchos ganaderos se han dirigido al organismo aludido con similares reclamaciones. Los buitres siempre atacan a los animales en los momentos de mayor debilidad.

La Administración aludida, que en este caso sería la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, no concede ayudas a los ganaderos afectados por los ataques de buitres porque considera que no hay relación entre su actividad y el daño sufrido por el campesino.

Pero sí la hay. Lo dice el Procurador del Común de Castilla y León, Tomás Quintana, quien se dirigió a la consejería aludida para solicitarle que se concedan ayudas para compensar los daños producidos a los ganaderos por estas carroñeras. Petición nada descabellada en tanto que ya se conceden en cuatro comunidades autónomas: Madrid, La Rioja, Castilla-La Mancha y Euskadi.

En Castilla-La Mancha, por ejemplo, Agricultura aboga por conciliar la existencia de buitres y ganado por lo que estipula apoyos por los ataques de 1.500€ para reses caprinas y ovinas y 2.000 para vacunas.

En Castilla y León, los ganaderos deben lamentar con infortunada frecuencia estos ataques de la fauna silvestre a sus explotaciones. Según el portal www.coag-cyl.org , durante 2019 se produjeron 2.579 ataques solo de lobos en toda la región, que malograron a 3.774 cabezas de ganado. La factura que tuvieron que asumir los ganaderos por toda esta particular guerrilla fue de 2 millones de euros. Y la acción de los animales salvajes llega también a las carreteras. Según el citado portal de COAG, los animales protegidos ocasionaron un accidente de tráfico cada hora en las carreteras regionales.

COAG considera que todo este enorme problema para los ganaderos procede de una pésima gestión de la fauna salvaje por parte de la administración autonómica, puesto que no controla de manera eficaz las poblaciones para prevenir daños, y que, cuando el daño ya se ha producido, no indemniza adecuadamente a los ganaderos.

Es el caso, también, de la avutarda, ave pesada que puede engullirse una hectárea de girasol en un día, si va en bandadas. Y que se cuela en otros festines, como el de la colza, sin estar invitada. COAG solicita también que las ayudas por daños provocados por las avutardas se extiendan para todo el territorio de Castilla y León.

 

Las andanzas de estas aves fueron también objeto de atención por parte de los servicios jurídicos de COAG que lograron dos sentencias condenatorias contra la Consejería de Fomento y Medio Ambiente por sendas demandas presentadas por agricultores afectados.

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