En la provincia de Soria existen varios hayedos, algunos más grandes, otros más pequeños, con ejemplares más o menos espectaculares, en territorios más llanos o más abruptos... Todos ellos tienen su encanto.
Uno de los menos nombrados, a pesar de su cercanía con la capital de la provincia, es el hayedo de Gallinero, situado aproximadamente a cinco kilómetros del pueblo.
Del bar de la localidad sale una pista que, en sus primeros tres kilómetros más o menos, se puede seguir casi en cualquier vehículo. Al llegar a una cancela y pasarla, se coge el camino de la derecha, todavía apto para todoterrenos.
(function(w,d) {
var i=w.invibes=w.invibes||{};
i.uc=0;
i.prod= 2553;
var s=d.createElement('script');
s.type='text/javascript';
s.async=true;
s.src='//k.r66net.com/GetLink';
d.head.appendChild(s);
})(window,document);
Empieza la Dehesa de Gallinero, ya con espectaculares ejemplares de robles y numerosos acebos, entre otras especies. En un cruce de caminos marcado al ser PR, a la derecha queda el cerro de Los Castillejos a 850 metros y a la izquierda se va hacia el Molino del Tío Manuel y las icnitas, siguiendo el GR-86. Pues bien, no hay que ir ni a derecha ni a izquierda, sino seguir de frente.
Aunque poco antes, a la derecha, ya hay algunos ejemplares de hayas de gran porte, el verdadero hayedo empieza muy poco después de este cruce. Ahora ya los árboles apenas tienen hojas, pero a cambio el suelo se encuentra totalmente rojo.
Pasado el hayedo, también a muy pocos minutos, hay algún chozo antiguo bien conservado y unas majadas.