La Junta concluye las obras de rehabilitación de la ermita de San Roque, en Deza

Esta actuación, con una inversión de más de 157 mil euros, se ha centrado en la cimentación del edificio, consolidación de sus muros y bóveda y la renovación de la cubierta

La delegada territorial, Yolanda de Gregorio, ha visitado esta mañana la ermita de San Roque, en Deza, donde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha concluido las obras de rehabilitación de este templo, con una inversión de 150.420,86 euros. La intervención se ha centrado en la cimentación del presbiterio y atrio mediante recalce perimetral, la consolidación de los muros y de la bóveda y la renovación de la cubierta. También se ha demolido una construcción adosada y se ha realizado un acerado perimetral del edificio.

Para la realización de esta intervención, la Junta ya contrató la dirección de obra a María de la O del Santo Mora, por un importe de 3.207,59 euros, y la dirección de ejecución y coordinación de seguridad y salud de la obra a José Luis González-Madroño, con un presupuesto de 3.585,19 euros.

Tal y como ha recordado Yolanda de Gregorio, que ha estado acompañada del alcalde, Vicente Alejandre, y resto de la corporación municipal de Deza, así como del jefe del Servicio Territorial de Fomento, José Luis Palacios, la intervención vino motivada por el deficiente estado de conservación general del edificio, tanto interior como exteriormente. Las actuaciones de consolidación pretenden solucionar las patologías que existían, como las apariciones de fisuras y grietas y deshojamiento de piezas con la subsiguiente entrada de humedad. Estas alteraciones fueron debidas a pérdida de geometría por movimientos estructurales, patologías por factores higrotérmicos, deficiencias en la cubierta original y esbeltez por desenjarjes de los paramentos.

En el desmontaje de la totalidad de la cubierta se han ido recuperando todos los materiales, fundamentalmente teja y losa de piedra, para su posterior uso. Se ha ejecutado la consolidación de la bóveda junto con la cabeza de los muros y contrafuertes, realizándose un zuncho de hormigón armado de atado, sobre el que se ha colocado un paraguas de madera como estructura de soporte de la cubierta.

El portón de acceso se ha restaurado en un taller, recuperando sus características originales en geometría y diseño. Todas las aplicaciones y prótesis se han llevado a cabo con madera de la misma especie y suficientemente envejecida. Así mismo, se han recuperado los herrajes, clavos y otros elementos y los de nueva aportación se han realizado respetando el diseño de lo existente.

Sobre la solera de cal al interior se ha ejecutado un solado de canto rodado de las mismas características y diseño al anterior. Una vez saneada la totalidad de la superficie interior se ha aplicado pintura mineral a base de resinas en los paramentos interiores.

Pinturas y otros hallazgos

Durante la realización de las obras, la empresa adjudicataria, Cabero Edificaciones, S.A., notificó que en los trabajos de picado de paramentos (en la parte superior) aparecieron, en una tercera/cuarta capa de revestimiento, unas pinturas con distintos motivos. Una de ellas hace alusión al Sagrado Corazón de Jesús, imagen que comienza a tomar vigor en Francia en el siglo XVII, pero que en España parece que, a pesar de que dicha corriente arriba en el siglo XVIII, realmente cobra preponderancia en la segunda década del siglo XX. En concreto, la imagen esquemática adopta la representación característica de la Orden de la Visitación.

 

En las áreas inferiores, dado que esas paredes en diversas intervenciones previas estaban revestidas por distintos morteros cementosos, las pinturas se encontraron muy deterioradas.

La Comisión territorial de Patrimonio, en su reunión del pasado mes de junio, acordó la conservación e integración de las pinturas en la obra de restauración.

Esta misma Comisión, en el pasado mes de septiembre, conoció el informe de control arqueológico realizado para valorar la afección de estas obras sobre el edificio del siglo XVI-XVII, ubicado sobre un antigua asentamiento romano/medieval.

Los trabajos, que no han alterado de carácter arqueológico, han permitido documentar elementos arquitectónicos como la cubierta pétrea original del antiguo humilladero del siglo XVI, el solado interior de piedra, así como las pinturas referidas, lo que ha permitido conocer la evolución histórica del edificio.

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