Los Padres Franciscanos, fundamentales también en la historia del bádminton soriano

El iniciador de este deporte en Soria, Luis López, recuerda la importancia del Colegio San José para el asentamiento del bádminton en Soria

Los Padres Franciscanos, que acaban de anunciar su marcha de Soria después de un siglo de presencia en ella, han sido muy importantes para la ciudad no solo en la educación, sino también en el deporte. Además del voleibol, donde el equipo gestado allí ha cosechado éxitos por España y por Europa, el bádminton fue otro de los deportes que vivió un fuerte impulso gracias a esta congregación. De todo ello hace un recordatorio Luis López, iniciador del bádminton en Soria.

"Hay cosas de Soria que se pegan, será la convivencia durante más de cuarenta años en "la terrible estepa castellana" (Manuel Machado). Hoy es el día del Santo Patrón, San Saturio, y me encuentro en la ribera del Duero, concretamente en Zamora. "En una hora no se ganó Zamora (La Celestina VI 221)". En algún medio digital de Soria leo que los Padres Franciscanos se van de la ciudad. Y, aunque no soy de misa diaria, ni siquiera anual (a ellos no les importa), abandonan la ciudad después de cien años y me entristece. Veo fotos de mi amigo el Padre Sebas, qué gran persona!!! y recuerdo cuando introducíamos el bádminton en Soria (cuánto trabajo costó y cómo nos han anulado a los iniciadores del nuevo deporte entonces, los dirigentes actuales), buscando un lugar para practicar (incluso tuvimos en cuenta el trinquete de la calle Real de Soria), topamos con el Padre Sebas y todo fueron facilidades.

 

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El Colegio San José fue, durante más de quince años, sede del bádminton provincial y, en él, se celebraron los primeros campeonatos provinciales y regionales. Muchos campeones regionales y nacionales se forjaron allí, en el polideportivo más cercano al cielo de la ciudad. Pasé muchas horas, y mucho frío, allí inculcando la disciplina a los amantes del bádminton. Me siento agradecido, y muy triste, de que los padres franciscanos abandonen Soria, con ellos se va una parte importante de mi actividad deportiva y  de muchos valores compartidos como son la disciplina, el respeto, la tolerancia, la lealtad, la empatía y la honestidad.

Les deseo lo mejor, Padres, y siempre estaré agradecido a que, sin pretenderlo, pusieran un granito de arena para que el bádminton estuviera a  gran altura. Me uno a ese homenaje que les hará el CDV Río Duero Soria.

Gracias por todo, amigos franciscanos".