El alcalde despide con "tristeza" a los padres franciscanos de Soria

La falta de relevo obliga a los cuatro hermanos a buscar nuevos destinos
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Después de 100 años en Soria, la orden de los padres franciscanos abandona la ciudad. Su trayectoria en la provincia, al frente de instituciones religiosas, escolares y deportivas, ha motivado la cariñosa y emotiva despedida por parte del Ayuntamiento.

El alcalde de Soria, Carlos Martínez, ha sido recibido por los cuatro hermanos que están a punto de tomar rumo a Guipúzcoa, madrid, Valladolid y Burgos, con motivo del cierre del convento soriano. Se trata de Carlos, Sebas, Agustín y Paco, con edades comprendidas entre los 90 y 71 años. "Es un día triste porque los padres franciscanos han formado parte de la historia de esta ciudad", comenzaba Martínez, quien no ha obviado "la pérdida de un espacio religioso, educativo y de convivencia de valores", en una ciudad que siempre está "peleando" por crecer.

El primer edil ha agradecido su labor durante todos estos años y una gran aportación "para que Soria creciera", recordando que el padre Sebas lleva 54 años de los 100 de la órden en Soria desarrollando su labor en la ciudad. "Queremos desearles lo mejor para el futuro en sus próximos destinos", pero antes, ha trasladado el reconocimiento de la ciudad. El alcalde ha entregado un libro de la ciudad y ha obsequiado a los frailes con una medalla de la ciudad conmemorativa del 900 aniversario de la ciudad, "de los cuales 100 han discurrido" junto a la orden franciscana. Carlos Martínez ha aprovechado para recordar también algunas anécdotas de su infancia.

 

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Por su parte, los hermanos han agradecido el gesto del Consistorio y lo han ampliado a toda la ciudadanía de Soria.

Paco Jimeno, soriano "de la calle Real", lamenta su marcha después de haber entrado en "esta casa a los seis años". Primero entró en la escuela, después nació su vocación para sacerdote franciscano y a los 12 años se marchó al seminario franciscano, para ordenarse en Guipúzcoa. Después tuvo varios destinos, como fundador de Santo Toribio de Liébano, luego estuvo 9 años en Burgos. Los tres siguientes los pasaría en Soria como superior, hasta que se marchó a Valladolid otros 9 años. Pasaría por Trillo de capellán de la leprosería y ahora lleva 36 años ininterrumpidos en Soria. Valladolid, será su próximo destino. Nacido en 1935, "tengo 85 años si la matemátia no falla", bromea. "Es una pena que no hay relevo, el panoráma es que tenemos 90, 85, 81 y 71 años", lamenta. Ahora el destino del edificio depende del obispado de Osma-Soria. Jimeno ha recordado que han llegado a superar las dos docenas de hermanos y que hace tres años se cerró el colegio. Para Paco la mejor época ha sido en la que ha podido ejercer como capellán de las hermanas clarisas "una comunidad excepcional" que "sigue creciendo, con 56 personas, jóvenes", subraya.

Por último, Paco se muestra satisfecho por la gran acogida de las misas de la parroquia y porque la semilla de los franciscanos se mantenga en Soria, por ejemplo a través de la práctica del voleibol, aunque reconoce que en su caso, apenas tuvo implicación deportiva.

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